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Rancho Cortesano, Museo de la Miel y las abejas. Plan con peques

Estas semanas están siendo duras y cuesta arriba, así que cuando llega el fin de semana intentamos hacer planes al aire libre para coger fuerzas. Supongo que no hay que explicar por qué al aire libre, no?? Si, hombre. Por el coronavirus. Todo al exterior es más seguro. Y hace dos semanas estuvimos en el Rancho Cortesano donde disfrutamos y aprendimos a partes iguales. 

El Rancho Cortesano está situado a 15 minutos de Jerez de la Frontera y es un oasis maravilloso y dulce donde perderse y volver a encontrarte con tu yo niño. Peter Pan seguro que viviría en uno de estos lugares donde desconectas y dejas fuera la rutina, los agobios y las preocupaciones. Y dulce, es evidente, gracias a nuestras amigas las abejas. Ah, ¿Qué no lo he dicho? Pues el Rancho Cortesano es la casa de las abejas, bueno, una granja dedicada a las abejas ya que son apicultores y junto con el huerto hace de ese lugar un sitio maravilloso. 

Para los peques y no tan peques:

Lo tienen preparado para familias ya que no solo la zona de las abejas es un reclamo para los peques, y el huerto, sino que hacen talleres chulísimos como el de las velas, el de Halloween ahora en esta época y el de alfarería. Además dispone de dos zonas de juegos, uno con una inmensa zona con alpacas de paja, donde escalar, y donde jugar a la pelota... Y otro sitio más cerca de donde está el restaurante donde están los columpios. 

Para comer:

¿He nombrado ya el restaurante? Es un restaurante vegetariano, que no vegano, ya que usan los huevos y la leche que les dan los animales de la granja, y toda la verdura que les da el huerto. La cocina está muy rica, riquísima salvo cuando tendemos a coger cosas a las que estamos acostumbrados. Es decir... vas a un lugar nuevo, a un restaurante donde las cocineras tienen unas manos de oro y... te pides una hamburguesa. No hombre no. Que no es carne, que es sucedáneo y saber no sabe igual. Pero si te pides cuscús, ensaladas varias, potaje que quita el sentío, las croquetas maravillosas, el pisto.. ñam!! Todo estaba riquísimo. Para probarlo todo, todito todo. Las pizzas saben raras pero están buenas, y es que están hechas con base de polen. Los productos son todos del rancho como ya he comentado, tanto verduras como leche y huevo, ya que tienen gallinas, pavos, burritos, cabras, abejas... ¿He dicho ya que tienen abejas? Sí, son las reinas del lugar. 

Museo y visita guiada:

Nada más entrar en el parking ves señales por todo el lugar de donde nos encontramos y hacia donde vamos con las abejas. Es más, hasta el baño es para abejas y zánganos. Jijiji. Cuando llegamos al centro neurálgico del Rancho, encontramos el Museo de la miel y las abejas, en el mismos sitio donde está la tienda, para que no os perdáis. Va contando la relación de las abejas con el ser humano desde el principio de los tiempos. Además nos encontramos allí con una sala de proyecciones y con el patio de enjambre donde vemos el panal y como trabajan las abejas. 

Si realmente quieres vivirlo de cerca, hay una visita guiada donde te embebes de estos maravillosos seres, desde cómo viven, quienes son, qué comen, y como trabajan. Te ponen los trajes y sales al campo donde conoces el trabajo de apicultor. Nosotras la hicimos y quedamos maravillados. 

A la vuelta hicimos nuestras velas con la cera de abejas, nuestra base con arcilla y nos regalaron un botecito de miel que te deja, nunca mejor dicho, la miel en los labios. Así que al final entramos en la tienda y compramos 2 kilos de miel para todo el invierno, y un montón de cosas más. 

Los niños se lo pasaron en grande, los padres lo dimos todo, aprendimos muchísimo y disfrutamos del sitio, la comida y los animales. 

Mi peque tiene cierto temor a los insectos. Mira que en casa intentamos que aprenda de ellos y vea que no tienen maldad... pero le costaba. Allí le explicaron todo de una manera muy amena y divertida (un aplauso a los monitores) y le enseñaron que cuando viene una abeja, todos, todos, tenemos que quedarnos quietos como estaturas. Desde entonces, cuando ve venir una abeja/avispa, se queda quieta y grita: ESTATUA! Ya no corre, ni bracea, ni entra en pánico. Así que feliz por esa parte. 

Es una visita muy recomendable, y un lugar imprescindible. Van muchas personas a desayunar porque los desayunos son impresionante igual que las meriendas. Tiene mucho tirón por la zona.  La comida también está para rechupetearse y todo con unos buenos protocolos COVID. 

Protocolos Covid:

Las mesas las desinfectan a conciencia y están separadas unas de otras con más d 2 metros. Tiene un circuito de entradas y salidas tanto en la tienda como en el restaurante. Hay para lavarse las manos en varios puntos, y tienen gel hidroalcohol en otros sitios. Los trajes de apicultura conforme nos los quitamos, lo meten en la lavadora y los tienden... Pero a pesar de eso, recuerda siempre llevar la mascarilla, lavarte mucho las manos y distancia de seguridad. 

Bizcocho de calabaza estilo americano con Thermomix

Octubre es el mes del otoño por excelencia y uno de mis favoritos. No solo porque es el mes en el que nací, sino porque es uno de los mejores meses de todo el año en la zona donde vivo. Por las noches y las mañanas hace fresquete, y durante el medio día calienta bastante el sol. Así que se disfruta de Lorenzo sin derretirte y pudiendo dormir de lujo por las noches. Gloria bendita. 

Hoy os traigo una receta muy especial y que me trae muchos recuerdos. Cuando pequeña, veraneaba cerca de la Base Naval de Rota, y muchos de mis vecinos eran americanos. Yo hacía buenas migas con los niñ@s y estaba siempre de casa en casa. Me invitaban a comer, a cenar, iba a la Base al cine, a la piscina, a heladería del Baskin & Robin... Empecé a cuidar a los más pequeños y veíamos películas juntos; y cuando se iban de vacaciones, yo me quedaba con sus mascotas. A algunos los sigo teniendo en Facebook y guardo muy gratos recuerdos. 
Uno de ellos fue probar por primera vez este bizcocho. Era.. mmm.. mágico.  Así que le llevé a mi madre la receta. 

¿Qué problema se encontró? Que todo estaba en cups. One cup de nosequé, two cups de nosecuantos. Así que le pidió los cups y ella lo tradujo en vasos, cucharillas y demás. Así que esta receta es americana traducida a cocina tradicional, y traducida a Thermomix, jajajjaja. Muchas traducciones veo yo aquí. No me enrollo más, os dejo con la receta. 

BIZCOCHO DE CALABAZA ESTILO AMERICANO CON THERMOMIX:


Ingredientes:

  • 1 + 1/2 vaso (tamaño de agua) de azúcar
  • 1 + 1/2 vaso de Harina
  • 1 cucharadita (de café pequeña) de levadura
  • 1 cucharadita de bicarbonato
  • 1/2 cucharadita de sal
  • 1/2 cucharadita de clavo
  • 1/2 cucharadita de canela
  • 1/2 cucharadita de nuez moscada
  • 1/2 vaso de aceite
  • 2 huevos
  • 1 vaso entero de calabaza cocida.
Como veis, nosotros cogimos como medida el vaso de agua de toda la vida, pero recordad siempre escoger el mismo, no vale poner 1/2 vaso de aceite de un tipo de vaso, y otro diferente para la harina.
De las cucharas, pues he traído aquí  una foto para indicaros que las cucharillas que usamos son las de café pequeñas:


Preparación:

Compré la calabaza que vende Mercadona envasada al vacío. Viene unos 700 gramos de calabaza y busqué una receta donde se pudiera cocer la calabaza con el Varoma. Trasteando por Internet, llegué a Blogosferathermomix y de ahí la cogí. 

1. Cocer la calabaza al varoma:

Ingredientes:
- 500 ml de agua
- 500 ml de calabaza

- Poner 500 ml de agua en el vaso y llevar a ebullición con 5 min/temp varoma/vel 1.
- Mientras cortar la calabaza en pequeños trocitos y ponerlos en la fuente varoma. Tras llevar a ebullición y colocar la calabaza en el varoma, cocer 20min/temp. varoma/ vel 1. 
- Cuando termina, vaciar de agua el vaso, escurrir bien la calabaza, y triturar 1 min/vel 5. Meter la calabaza cocida y triturada en un vaso de agua de los que hemos tomado como medida. 

2. Meter en el vaso de la Thermomix el azúcar, la harina, la levadura, el bicarbonato, la sal, el clavo molido, la canela molida y la nuez moscada. Mezclar 30 seg/ vel. 2,5

3. Añadir el aceite, los huevos y el vaso de calabaza y mezclar 1 min/vel. 4 Asegurarse que no haya grumos de harina. 

4. Buscamos dos moldes pequeños y rectangulares. Yo escogí 1 rectangular y grande, y la verdad es que no me ha quedado bien del todo. Tengo que volver a hacerlo repartiendo la masa en dos moldes, que es como lo hace mi madre y le salen perfectos. 

5. Untar con mantequilla los moldes y verter dentro la masa. 

6. Poner el horno a 165º durante aproximadamente 45 minutos. Cada horno es un mundo, así que pasados los primeros 20 minutos que no se puede abrir el horno bajo ningún concepto, ir vigilando que no se queme pero se haga por dentro. Comprobando que esté hecho con un pincho de madera y si sale limpio por todos lados, es que está correcto. 


7. Tener cuidado al desmoldarlo... a mi no me salió muy allá y no ha quedado muy bonito que digamos, ejem.. pero bueno está a rabiar. Así que ya sabéis, lo importante está en el interior. Probadlo que no os arrepentiréis. 

Sin Thermomix:

Se cuece la calabaza y se tritura. 

Se mezclan en un bol todos los ingredientes menos los huevos, el aceite y la calabaza que se añaden al final. 

Y los demás pasos igual que lo anterior. 


A mi niña que es tan complicada con los sabores, le ha encantado. Se ha comido un trocito incluso caliente. Soy feliz!!! 

Monstruo Rosa y Monstruo Azul - Olga de Dios

Hoy vengo a hablaros de dos libros de Olga de Dios, Monstruo Rosa y Monstruo azul, dos delicias que no pueden faltar en casa. 

Antes de nada y como de monstruo va el tema, comentaros que no tiene que ver con El monstruo de colores, son dos autoras diferentes aunque tengan algo en común y es que tocan el mundo de los sentimientos. Eso sí, Olga va más allá porque no solo habla de sentimientos sino de valores. 

MONSTRUO ROSA:

Empezamos con Monstruo Rosa, un monstro simpático y grandote, de color rosa, que no tiene nada que ver con sus compañeros. Son muy, muy diferentes, y el lugar donde nació no encaja mucho con él. Para no caber, no cabe ni en su casa y duerme abrazado a ella. Pero un día logra dar el salto y va a buscar un lugar nuevo donde encajar

Este cuento habla de la diversidad. De que no todo el mundo encaja en los mismos patrones. Que todos somos diferentes y que esa diferencia nos hace especiales y maravillosos. Y que si no encajamos en un lugar, no tenemos más que buscar en otro lado porque seguro que encontramos bellísimas personas y mundos nuevos y mágicos.

MONSTRUO AZUL:

Esta historia nos la cuenta el Monstruo Rosa y es sobre uno de sus amigos, el Monstruo azul en el lugar más maravilloso que se pudiera ver, donde plantas, pájaros, nubes y piedras eran felices. En ese lugar nacieron 4 monstruos muy diferentes, Monstruo azul, Bocas, Monstruo naranja y Harri. Pero solo Monstruo Azul nació con largos brazos y con orejas. Desde pequeños fueron desarrollando distintas cualidades y eso lo hacían los mejores en algos. Pero todos, todos, no...Monstruo azul no encontraba nada en lo que fuera el mejor. 


Olga con este libro le enseña a los peques lo que es el respeto, la convivencia y la empatía. El saber escuchar, ver donde están los problemas, e intentar solucionarlo. Hablar y escuchar. Algo muy necesario en una convivencia. 

Opinión:

Son cuentos con unas ilustraciones que llaman la atención. En ambos van muy acorde con lo que se está describiendo con las palabras. Los niños pueden seguir el cuento sin necesidad de saber leer. 

Muy recomendables también para comentar con los niños las emociones. A la vez que estamos siendo testigo de todo lo que va ocurriendo en la trama, vamos poniendo nombre a lo que ellos van sintiendo. 

A mi pequeña le encanta. Disfruta con ambos y se puso muy contenta cuando descubrió que había un segundo libro sobres los Monstruos. Ahora está esperando los demás. Así que espero que Olga tenga pensado seguir con la serie, y que vengan Pajarito amarillo, Bicho Bola y la Rana de tres ojos. Creo que mi ratona ya le ha dado trabajo. 

Vuelta al cole. Época COVID

Llevo intentando escribir sobre la vuelta al cole desde que nos dieron la charla del nuevo curso, pero me está costando tanto... tantísimo...que como siga así voy a contar la vuelta al cole cuando termine el primer trimestre. Y oye, no vendría mal hacerlo para entonces, ya que el protocolo nos lo cambian cada dos días y así no hay quien encuentre una rutina estable... pero en fin.. A ver que sale de esta entrada con el patiburrillo que tengo en la cabeza entre la preocupación, el miedo y la ilusión de verla crecer e ir al cole contenta. 

Compras:

Antes que llegara septiembre, en mis vacaciones, me fui de compras para tener ropa para la peque, y por si nos confinaban me volví loca en el Tiger y en una tienda especifica de manualidades. Así que tengo para hacer manualidades para todo un año. Ups! 
Además, estuve mirando por Internet un lugar donde comprar mascarillas HOMOLOGADAS reutilizables, porque desde marzo estábamos usando las higiénicas y entre el dineral y el medio ambiente, mejor de tela reutilizables. Y compramos 3 para cada uno. Y una que es friki no pudo evitar comprar de Avengers y de Harry Potters. Para la niña de Sirena, de arcoíris y de la patrulla canina.

Sentimientos:

Cuando empezó a acercarse el momento, empezaron las disputas entre políticos y profesores, entraron también las AMPAS y por supuesto los padres. Ese abandono a la educación ha pasado factura a nuestras familias. Ha vuelto el MIEDO, el terror, la ansiedad, la inquietud, las preocupaciones... 

Hemos mandado a nuestros hijos a lugares sin medios suficientes para luchar contra la pandemia. Con un profesorado abandonado con los pocos medios que tienen, haciendo todo lo posible por hacer seguro un entorno no preparado; y encima, esos políticos ahogando a las familias, amenazando con luchar contra el absentismo con mano dura. Y mientras, los padres, con la cabeza hecha un lío y sin saber que es lo mejor para nuestros hijos. Con miedo a todo y con el alma en vilo. Porque.. si no los llevamos, ¿Quién puede ir a trabajar?

Con todas esas, nosotros decidimos llevar a la peque al colegio. Es una niña que necesita a más niños con los que jugar y sociabilizar. Le gusta la escuela y necesita ese contacto. Y qué cambio!! ¡Es otra niña!

Pautas Covid:

A pocos días de comenzar, tuvimos una reunión presencial para explicar cuales iban a ser las pautas para los niños de P5 (tres líneas, 5 años A, B y C) sin bajar ratios. Pautas que ya han variado tras 10 días de clases y que han hecho mover de nuevo los horarios familiares de horas de sueño, comidas, recogidas y entradas. Porque lo que me duelen en el alma en todo este lío de pandemia, es que no piensen en la CONCILIACIÓN. Un tema que siempre dejan olvidado. 

Empezaron contando cual iba a ser el periodo de adaptación: Los dos primeros días entrada a las 11.30H, salidas a las 13horas. Los siguientes dos días, entrada a las 11h. y salida a las 13.45h. Luego ya horario de 9.15h a 14.15 horas. 

¿Qué queréis que os diga? ¿Cómo puedo conciliar con ese horario trabajando como trabajo a 7 kilometros del colegio y con un horario coincidente justo en esas horas? ¿Tengo que pagar a alguien para que me la entregue y recoja? ¿Le digo a mis padres, mayores ambos, que lo hagan cuando el virus es a quien más ataca? De verdad que no lo entiendo. Se que lo hacen por los niños, pero tienen que pensar que hay padres que NO  pueden tener ese tipo de horarios de adaptación. 

Luego las entradas y salidas. El cole dispone de 4 puertas y las abrieron todas para que fueran escalonadas y no tuvieran contactos padres y tal... Tras 10 días han pasado a tener solo 3 puertas abiertas y a cambiar horarios. Ahora la llevamos de 8.45 a 13.45h. 

Las normas de convivencia en era COVID: Evidentemente imposible tener 1.5 m de distancia, no es necesario las mascarillas por ser menor de 6 años, pero quien quiera que las lleve, dos mascarillas para cambiársela en la mitad de la jornada. Se lavan las manos con gel cada dos por tres. Tienen que venir ya con la temperatura tomada desde casa. La seño lleva mascarilla y bata EPI. 

Hay que lavar el babi y la talega todos los días. Y la ropa también "estrenarla" limpia todos los días. 

Al principio sacaban a todos los de infantil juntos al patio así que la burbuja que pretendían hacer a la mierda: 140 alumnos todos junticos sin miramientos. Ahora parece que van a hacer dos recreos separados por tiempo.... a saber. 

Se que están haciendo esfuerzos titánicos para intentar que sea lo más seguro para los niños, profesores y padres.. pero lo que aparentemente debería de ser tranquilizador, es cada día más preocupante. No solo por el colegio en sí, sino por los corrillos de padres y cosas por el estilo.

¿Extraescolares sí o no?

Esa era otra de las dudas que nos surgió a la familia. ¿Metemos otra burbuja más o nos quedamos quietos? Éramos un mar de dudas. Hasta que llegó una carta desde la academia donde recibe clases nuestra peque. Las pautas de prevención eran 1000 veces mejores que en el colegio: Son solo 6 niños por clase. A pesar de ser infantil de 5 años, TODOS van con mascarillas; tienen una alfombra donde se limpian los pies antes de entrar con productos desinfectantes, le toman la temperatura, y le echan gel hidroalcohol. Distancia de seguridad y muchas canciones y juegos separados. Así que aceptamos el segundo reto de salud. Y ella encantada!!

Nuestra ratona:

El caso es que para ella, la vuelta al cole ha sido muy positiva. La peque está mucho más tranquila, más contenta, más concentrada, feliz y como siempre no para. 

Va al cole contentísima. Su talón de aquiles eran las entradas y la fila, pero este año, los primeros 10 días lo hacía con gusto e iba feliz cual perdíz. Desde ayer entran sin hacer fila, como los niños mayores, directamente sola hasta la clase, y no veáis que cambio. Todavía más feliz. 

Aguanta la mascarillas horas y horas.. Por la mañana lleva una, cuando llega la hora de comer se la quita, la pone en su plastiquito, la mete en la talega y cuando termina de desayunar, coge la limpia de su cajita y se la pone. No se la toca, no se la quita. Así que soy feliz por esa parte. 

Lo de la distancia de seguridad con sus amigos lo lleva peor. No lo puede evitar, pero con los adultos sí la respeta. 

La higiene también la lleva bien, me pide el gel cuando toca algo que no debe, y si está jugando soy yo la que se lo recuerdo. 

Nosotros, los padres:

Pues nosotros estamos preocupados, nerviosos y aterrorizados de que pueda coger el bicho y ponerse mala. Pero al verla tan contenta y feliz se nos pasa. 

Tenemos que hacer 2 lavadoras todos los días cuando nosotros hacíamos una a la semana. Pero es que una es para las mascarillas y otra para el babi y la talega (aprovechamos para meter lo que ensuciamos el día anterior). Así que el gasto en agua va a ser bonito. 

Hemos tenido que hacer encajes de bolillo para llevarla y recogerla estos días. Por desgracia siempre es mi marido que es autónomo el que sale perdiendo, y la verdad es que no se cómo arreglar eso, ya que en mi trabajo son bastantes estrictos con esto de los días.  Pero al final soy yo la que la llevo y él el que la recoge. No hay otra manera. 

La vuelta al cole está siendo muy diferente y estresante, pero estamos intentando hacer de ello una rutina y acostumbrarnos a vivir con el bicho y a seguir adelante con mucho cuidadito. Con mascarillas, distancia social y mucha higiene. Esperemos seguir bien. 

¿Y vuestra vuelta al cole?


 

Isla mágica con niños. Época COVID

Este fin de semana hemos vuelto a Isla mágica con miedo, mucho miedo y mucha indecisión. No hemos tenido un verano como tal, tan solo la peque ha ido a la playa con los abuelos. Así que cuando los amigos con los que siempre juega mi hija (desde la desescalada) nos dijeron que si nos apuntábamos pues... preocupación, indecisión y muchas ganas. Tras ver los pros y los contras, nos tomamos ese día como vacaciones en familia que no hemos tenido. Y allá que nos fuimos. 

Desde que la peque está en el mundo, hemos ido 3 veces a Isla Mágica, y sí, es mágica para ellos. El año pasado tenía 3 para 4 años, y este año 4 para 5. Y se nota, vaya que si se nota el cambio. 

¿Cómo empiezo para describiros y narraros todo aquello por si os apetece apuntaros? Pues ¿Qué os parece empezar con la situación? 

Situación:

Isla Mágica está situado en la Isla de la Cartuja, Sevilla, en parte del terreno de la Antigua Expo 92 y está basado en el Descubrimiento de América y los piratas. 

Entradas en época COVID:

Las entradas siempre se han podido comprar tanto en taquilla como por Internet. El caso que este año hay aforo permitido, así que lo ideal es ir con la entrada ya comprada, porque puede ser que llegues a la taquilla y ya no haya aforo. Además, comprándolo con antelación hay buenas ofertas, así que hay que ser previsor. Niños menores de 4 años entran gratis o si son más bajitos de 1 metro. Eso sí, si vuestro hijo es alto para su edad, llevad libro de familia o DNI para que vean que es menor de 4 años, si no os cobrarán. 

Horarios y días 2020: 

En verano abren durante todos los días, pero a partir de Septiembre solo abren los fines de semanas. El horario este año es de 12h a 22h y el último fin de semana que abren es el del 31, 1 y 2 de noviembre. 

Medidas COVID:

Antes de empezar a comentar todas las medidas COVID, tengo que admitir que soy una persona muy miedosa, hipermegaresponsable y terriblemente legal. Así que haber ido a Isla Mágica es un tremendo adelanto para mi miedo al virus. Y no tengo más que alabanzas a los trabajadores del parque por ese magnifico trabajo que realizan para que todo funcione perfectamente y estemos seguros. 

Las mascarillas son obligatorias y si te ven por el parque sin ellas, llaman la atención. Así que sí, MASCARILLAS OBLIGATORIAS. Cuando hay que guardar colas, hay pegatinas en el suelo que nos dicen donde tenemos que situarnos para guardar la DISTANCIA DE SEGURIDAD. 
Al subir a una atracción te echan GEL HIDROALCOHOL,  intentan por todos los medios que los niños hagan las cosas solos, pero si por algún motivo necesitan ayuda, siempre lo harán encantados, aunque con sus medidas de seguridad. 
Una vez bajamos de la atracción, esta se cierra momentaneamente para que desinfecten (DESINFECCIÓN) donde han estado manos y cabeza, o donde se hayan podido apoyar los niños y adultos. 

Zonas y atracciones:

El parque cuenta con 6 áreas diferenciadas, cada una con un nombre afín al Descubrimiento de América y los piratas. Voy a ir describiendo las zonas y las atracciones que hay para niños menores de 5 años y mayores de 90 cms. Porque hay algunas atracciones, casi la mayoría, en la que para montarse los niños deben ser mayores de 90cms, si no pueden. La verdad es que para niños menores de esa talla, el parque se queda cortito. Pero para los altos, es un mundo mágico. 

  • Sevilla, Puerta de Indias. Es por donde entramos al parque de atracciones. Justo en la entrada tenemos una tienda donde poder comprar algún que otro recuerdo, o bien un guarda móvil (bolso de plástico) para evitar que estos se mojen. Recuerdo que a pesar de que estemos hablando de Isla Mágica y no Agua Mágica, el agua es una de los protagonistas de este parque de atracciones. 
    Pasando por esa Puerta de India, encontramos algunas atracciones llamativas para los peques.
    • Los bucaneros: aquí nos iniciamos con el agua y los remojones porque montados en una barcaza parecido a un barril con cañones que echan agua y tienes que ir mojando a otros piratas. Además, los visitantes del parque también pueden mojaros desde fuera. Esta atracción es para toda la familia. No se pueden montar lo peques solos, necesitan a un adulto.

    • La travesía: Un barco que nos lleva a dar una vuelta por el lago de Isla Mágica enseñandonos todos los rincones favoritos de los piratas. 
    • Las carabelas. Donde tenemos los barcos y podemos disfrutar de ellos. 
  • Puerta de América: Donde tenemos El Fuerte para comer y algunas atracciones para ir en familia con los más pequeños:
    • El tren Potosí, que es una montaña rusa que imitan a unas minas de Plata. 
    • El carrusel mágico, que es un tiovivo precioso que deja a más de uno con la boca abierta. 
  • Amazonia: donde para los más peques podemos ir al 
    • Topetazu: coches choques
    • Las llamas: un recorrido pequeño de railes montados en unas llamas. Tienen que ir acompañados por un adulto si son menores de 1.40 cms. 
  • Guarida de los piratas: Es el poblado de los bucaneros. Y para los peques hay muchas cosillas refrescantes como el poblado donde se tienen que batir a duelo con pistolas de agua. 
    • Los naufragos de Isla Caravela. Van montados en toneles y es una pequeña ruta entre rieles de agua, pasando por cuevas que expulsan agua y pequeñas montañas rusas. Si son pequeños puede ir un adultos con ellos, pero la peque iba sola con su amigo (4-5 años).
    • Capitán balas: Es una atracción familiar, hasta 4 personas de una vez. Te introduces en una cueva, como una mina, y allí, en el escondite pirata, debes de disparar a las dianas iluminadas de verde para hacer que se muevan los elementos maravillosos que componen la atracción. Es el día a día de los piratas: en la taberna resfrescando el gaznate; pescando tiburones; escondiendo tesoros; esqueletos; barriles con piratas agazapados... Si le das a la diana, estos se mueven. 
      El año pasado a mi peque le daba miedo. Pero este año ha disfrutado como la que más. Dos veces nos montamos. 
  • Fuente de la juventud: sitio específico para los niños. Allí podemos encontrar muchas atracciones donde montarse:
    • Zum, zum, las abejitas: es un paseo en tren por el cielo (railes). Tiene que ir adultos con ellos, pero es una gozada ver el parque desde arriba. 
    • Rueda primavera: noria infantil
    • La rana saltarina: caída libre infantil. Se tiene que montar un adulto por cada niño.
    • Crisálida: un "canguro" pero de gusanos y crisálidas. Atracción que da vueltas y saltos. 
    • Caimán bailón: montaña rusa sobre agua montados en caimanes. 
    • Sapo saltón: "canguro" de ranas. Aquí pueden montarse con adultos. 

  •  El dorado: 
    • En esta parte, nos podemos montar con ellos en los rápidos del Orinoco. Es para adultos pero si pasa de los 90 cms, pueden ir con nosotros. Es un rápido sobre una rueda, van unas 8 personas, más o menos. Hay cascadas que nos van mojando por el camino. Refrescante y sueltas mucha adrenalina. Según el niño puede darle algo de miedo. A la mía le encanta. 
Además de las atracciones hay teatros, cines, y el espectáculo del lago. Una maravilla para quien logre quedarse hasta el final. Con niños pequeños es difícil llegar a esas horas. 

La visita merece la pena ya que los niños, y no tan niños, se lo pasan en grande. Muy recomendable para pasar un día a remojo en Isla Mágica, disfrutando, riendo, y pasando miles de aventuras. Hay otra parte nueva que se llama Agua Mágica que no puedo comentar porque no hemos ido. Algún día haré reseña si vamos. 
Y en época COVID puede decir que he estado tranquila y me he sentido segura. Gracias a todos los trabajadores que lo hacen posible día a día. 

¿Qué puedo recomendar?:

- Echarse mucha crema protectora, llevar gorrita para evitar golpes de calor. 
- Llevar varias mudas, cuanto más mejor, sobre todo para ellos.
- Bañador para ellos sobre todo y una toalla para lo que pueda pasar. (Siempre se termina necesitando una)
- No se puede entrar con comida del exterior (es una de las pegas del parque, porque precisamente barato no es, y encima si le añades la comida... )
-Si se va en mayo/ junio o en septiembre/octubre, algo de mangas largas para cuando bajan las temperaturas (sobre todo si os quedáis al espectáculo del lago) y sobre todo por los mosquitos que haberlos haylos y mucho!!! Así que podéis meter repelente en la mochila
- Paciencia, y mucha energía, porque ellos tienen las baterias bien cargadas y a los adultos se nos descargan pronto. 
- Si los niños tienen 3 años pero miden más de 100 cms, mejor llevar DNI o algo que justifique que tiene 3 añitos. Yo me llevé el libro de familia.

¿Habéis ido alguna vez a Isla Mágica?

Miércoles mudo: Pompas de jabón en un ambiente único

Con mascarillas, distancia de seguridad puesto en el suelo con un cordel para que los peques no se acerquen, y por supuesto, las pompas con un artilugio hechos por el propio hombre, nada de soplar... Un momento mágico en un ambiente único: la Plaza de España de Sevilla. 

Al atardecer, aparece el señor de las pompas, como lo llama mi hija, que se pone allí con su cubeta de agua y jabón, su artilugio para hacer pompas y recrea un momento mágico para niños y no tan niños. Porque muchos somos los que disfrutamos persiguiendo las pompas y disfrutando de hacer fotos en tan especial situación. 

Muy recomendable para inmortalizar la familia y la plaza. 

Mi peque de espalda, cogida en medio de un salto, rodeada de unas pompas muy grandes y al fondo parte de la Plaza España.



Parque María Luisa con niños. Historia, glorietas , fauna y flora

El Parque María Luisa fue el primer pulmón verde de Sevilla y fue creado hace muchísimos años estando ahí desde siempre dando sombra, cobijo, distracción y mimos a todo aquel que quiera visitarlo. Es una joya, único y merece la pena dejarse llevar y descubrir cada una de las glorietas, de las esculturas, de los árboles y de los pájaros que allí habitan. 

Mapa histórico del 1860 donde se ve como era el jardín antes de la Exposición
Colección de planos históricos del Ayuntamiento de Sevilla

Historia:

Fue creado por los duques de Montpensier, que aquel que tenga tan mala memoria histórica como yo, fueron María Luisa Fernanda de Borbón, hermana de Isabel II y Antonio de Orleans quien luchó sin éxito toda su vida por ser rey de España. No, no lo consiguió, pero sí lo hizo su hija: María de las Mercedes, quien se casó con su primo hermano Alfonso XII, rey de España, pero que falleció a los pocos meses de ser reina. 

Los duques compraron el Palacio de San Telmo (actual presidencia de la Junta de Andalucía) lo remodelaron por completo añadiéndole huertas adyacentes para hacer un inmenso y maravilloso jardín a manos de un jardinero francés llamado Lecolant. De esta época data el monte Gurugú y la isleta de los patos. 

Cuando se quedó viuda en el 1893 cedió parte del jardín a la ciudad y esta decidió llamarla María Luisa por ella. En el 1910 pensaron en este lugar para poner la Exposición Hispanoamericana del 1929 y Anibal Gonzalez junto con el jardinero Jean-Claude Nicolas Forestier se pusieron a ello para hacer esos maravillosos edificios y ese inmenso parque. 

La primera fase se inauguró el 1914 pero lo demás fue inaugurado junto con la Exposición. 

Glorietas, fauna y flora del parque:

El parque es una joya como ya he dicho y visitarla con niños es lo más porque no solo pueden correr, saltar, disfrutar en él sino que pueden aprender de cada uno de los rincones si los adultos ponemos un poco de nuestra parte. 

En cada rincón podemos descubrir más de 100 árboles diferentes. Existen carteles (algunos e muy mal estado) donde ponen que especie es y sus características. Ahí podemos explayarnos sobre botánica y explicarles que significa que un árbol sea caduco o perennes; cuales son autóctonos y cual no; si dan frutos o semillas... Podemos estar toooda la tarde midiendo su altura, su grosor, disfrutando del mapa que hacen sus raíces y practicando algo que no deberíamos perder: la empatía por las plantas como seres vivos. 

Árbol centenario con inmensas raíces y mi pequeña a los pies como pequeño puntito azul

Además de poder aprender de los árboles también nos dejaron estos jardineros glorietas magníficas dedicados a renombres de la cultura de aquella época. Desde escritores, pintores.. millones de información que podemos transmitir a los más pequeños de la casa. Una de las glorietas más bonitas y que más podemos exprimir, es la glorieta de Becquer. Es verdad que esta sería ideal para adolescentes, pero no podemos dejar de visitarla. Sería pecado irse del parque sin verla. Os dejo un enlace donde expliqué la ruta de Becquer en Sevilla terminando en esta glorieta y su significado. Por si queréis saber más de ella. 

https://facebookeando0.blogspot.com/2011/11/conociendo-sevilla-ruta-literaria-de.html

Otra parada indispensable cuando se va con niños es la Isletas de los patos, donde se les puede dar de comer y conocer las especies que allí cohabitan. Patos, cisnes y pájaros son los dueños de este lugar. Dentro de la isleta, está el Pabellón de Alfonso XII que es donde se dice que se juraron amor eterno los dos primos hermanos. Es un lugar precioso y que aunque ha estado abandonado durante mucho tiempo, poco a poco lo están dejando a punto. 

Aquí en esta isleta, a finales de los años 50 pusieron un pequeño Zoo. Con el pasar de los años esos animales fueron trasladados a zoológicos cercanos porque se vio que no era el lugar más indicado para monos, leones y pájaros exóticos. Pero siguen estando los patos para poder darles de comer. 

El pabellón de Alfonso XII al fondo, el estanque y los patos.

Además de las glorietas culturales, también tenemos fuentes maravillosas: La de las ranas, los leones.. lugares donde el agua nos refresca y nos deja descubrir los juegos con los chorritos, inevitable que lo peques quieran meter las manos. 

El monte Gurugú con su cascada es otro de los lugares más llamativos para los niños. Tienen que escalar hasta lo alto desde donde se vislumbra el parque y donde se llega a un templete romántico para ciertas edades. 

Otro de los puntos turísticos con niños que no podemos olvidar es la plaza América con las famosas palomas. Allí se reúnen miles de palomas para que sevillanos y turistas les den de comer. Hay señoras que venden la comida por 1.5 euros.
Hay que tener cuidado cuando llueve o cuando ha habido ciertos días donde no han tenido visitantes, porque las palomas están muertas de hambre y más que comer parece que sea la película de Hitchcok de los pájaros y se pueden llevar un mal recuerdo. Pero si es un fin de semana y están llenitas, es un sitio super divertido donde estar en contacto con la fauna. 

MI peque con mascarilla dandole de comer a las palomas

En esa plaza tenemos también los museos: arqueológico, costumbrista y el pabellón real. Que cuando están visitables es un lugar genial donde perderse con los peques para aprender sobre todo un poco. 

A lo largo del trayecto de todas estas glorietas y fuentes, encontramos columpios que han sido puestos estratégicamente, además se puede hacer el recorrido en un cochecito-bici a pedales, o bien en coche de caballo si se dispone de suficiente dinero, porque barato, lo que se dice barato, no es. 

Coche bici de pedales

Lo dicho, las excursiones o visitas al parque María Luisa son momentos mágicos donde ellos van aprendiendo y disfrutando mientras pasan las horas. Cuando llegan a casa tienen miles de aventuras que contar y están muertitos de tanto andar, correr, saltar, escalar y disfrutar. Muy recomendable 

Huevo al agua! Dinosaurio creciendo. Juguete

Hace mucho, mucho tiempo, allá por el 2016, apareció un juguete muy raro y que llamó la atención de muchos niños: Un huevo de dinosaurio que al meterlo en el agua, este nacía y crecía. 

Yo oí hablar de ese misterio desde mi casa con una niña recién nacida y la verdad, apenas le eché cuenta. Total, para cuando ella creciera, habrían sacado otra cosa... ¿Verdad? ¿VERDAD? Pues me equivocaba. El otro día fuimos a comprar al ALDI y allí estaban: los huevos. Habían dos tipos: uno de dinosaurio y otro de unicornio. Sí, sin comentarios mejor. Porque seguro que no tendré que deciros hacia quien estaban dirigidos cada cual. Peeeero, mi hija gracias a dios, ya que me pedía uno, eligió el dinosaurio. Así que sí aumentamos la familia con un huevo de Dinosaurio. 

Lo primero que buscamos fue un recipiente que fuera lo suficientemente hondo para que cupiera el huevo y estuviera totalmente sumergido, pero que se viera desde fuera. Así que elegí un tupper que yo creía que iba a ser suficiente. JA! Tuve que ponerle un plato para sumergirlo del todo hasta que se fue llenando y pesando más. 

Desde el minuto uno que metimos el dino en el tupper, mi hija empezó a preguntar cada 5 minutos si había nacido ya. Así que sí, aviso... Niños de 4 años con poca paciencia, no es un buen candidato para adoptar huevos de dinosaurios si no quieres que te vuelvan loca. Por que a pesar de que se ve desde el exterior.. fue preguntándonos por si se abría por arriba y ella no lo veía. 

A las 24h empezó a quebrarse... y a las 48 asomó la cabeza. Tengo que confesar que me ha dado mucha grimilla. Pero mucha, mucha. Desde que empieza a resquebrajarse empieza a parecer de verdad. Incluso hubo una vez que salieron pompitas y soltó la niña: Mamá!! Está vivo!!! Casi me da un supitipando! Pero no.. era el aire que estaba por ahí y había coincidido que estábamos mirándolo. 

Si no lo sacas del agua una vez que ya ha nacido, el bicho sigue creciendo, y creciendo.. y ahí anda... Que está sacando los ojos por encima del tupper!! Ainsss por dios. Entre el principio me dio grimilla, que si lo tocas es totalmente lamioso y que encima saca los ojos por encima del tupper... bendito momento decidí aumentar la familia. 

No se hasta donde llegará el bicho pero yo en cuanto pueda lo saco del agua a ver si deja de crecer. Que dice mi suegra que si lo sacas del agua encoge... A ver si hay suerte y deja de estar lamioso. Por ahora os dejo foto del bicho a 9 días de la compra comparándolo con una cuchara de las grandes, de las de tomar sopa:

PD: No lo saquéis del agua. El bicho suelta el agua que ha ido cogiendo los 9 días y te lo va poniendo todo perdido. Vamos, que la niña no puede jugar con el bicho... Y lo lamioso sigue. 

Playa gaditana en época de rebrotes

Llevo perdida unos días y es que la ratona se fue con los abuelos a la playa a disfrutar de las vacaciones. La verdad es que con las temperaturas que ha estado y está haciendo, para ella ha sido un alivio. Y eso que el viento de levante lleva semanas con nosotros pegando fuerte y hay días que apenas salieron de casa. Porque si en el interior llegamos  a los 41º, significa que en la costa gaditana llegan a los 33º o 35º pero con un viento de escándalo que levanta la arena y pica. Pero a diferencia del interior, en la costa bajan la temperatura por la noche y se puede dormir con las ventanas abiertas, salvo ciertos días. 

Mientras la ratona ha estado fuera ha sido unos días de desconexión. Caí en letargo, no me podía mover. Iba a trabajar y a la vuelta me quedaba pegada al sofá sin ganas de ná. Mi marido cocinaba y me empujaba para cambiar de una habitación a otra. Solo he sobrevivido para ver una serie: Lucifer. Y he adelantado una temporada y media. No creáis que me ha dado tiempo de mucho más, jeje. 
No he aparecido por el Blog, ni por Bloguers.net, ni por Twitter... Algo por Instagram y un poco cotilleando el TikTok, cosa que es adictiva por cierto. Tonto, pero adictivo. 

Playa y Rota al fondo

Tras unos días solteros de nuevo, volvimos a por la ratona y pisamos de nuevo la playa después de un año entero.... una cuarentena, una desescalada y una pre-cuarentena de nuevo, porque como van subiendo los rebrotes, no creo que tarden en encerrarnos de nuevo. 

Playa en época de coronavirus:

El caso es que la playa donde están mis padres no tiene mucho volumen de visitas de personas. Supongo que el no tener aparcamiento hace mucho. Solo vamos aquellos que vivimos por la zona. Está situada entre El Puerto de Sta María y Rota.

Tiene un pequeño paseo marítimo hecho con suelos de madera y distintas bajadas a la playa. Antes de llegar a él hay un cartel donde pone que se necesita mascarillas y distancia de seguridad. 
Luego, en cada una de las bajadas a la playa, bien escaleras o bien rampas, hay carteles que te indican sí esa escalera es de entrada a la playa o de salida.  Hay algunas que son más anchas y es de entrada y salida pero pone bien claro que tienen que dejar la distancia de seguridad. 

Puesta de sol desde el paseo marítimo

Luego hay contratados unos cuantos vigilantes de playa que no socorristas, peeeeero, no os imaginéis esas maravillas de monumentos de ciertas series americanas, estos son más bien normalitos, con su gorra, su camiseta del ayuntamiento, su mochilita con agua y su mascarilla bien puesta, recondando a los veraneantes que deben mantener la distancia de seguridad, que deben de llevar mascarilla siempre que se esté paseando o se esté parado en la orilla. 

Si vas a bañarte no hace falta, evidentemente. Y luego están prohibido los juegos de playa. No se puede jugar a la pelota, ni a las palas... Y en ciertas playas hasta no puedes hacer castillitos en la arena con los niños ni jugar con la tabla pequeña de surf. Pero en esta si te dejan jugar en la orilla siempre que el padre lleve puesta la mascarilla. 

El 90% respeta las normas. Dejan suficiente distancia entre sombrilla y sombrilla... Se ponen la mascarilla para ir y para venir, y para andar por la orilla. 

Eso sí.... No he visto en mi vida más gente andando por la orilla. Pero en serio que no es normal. Toda la vida veraneando en esa zona y lo de este año es una pasada. Así que cuando sube la marea hay overbooking en la poca orilla que hay. Pero un graaaaaan overbooking. 

Es zona de poco chiringuito pero el que hay está muy cuidado con esto del COVID. Distancia entre mesas, mucha higiene y el personal cuida bien las mascarillas y las tienen bien colocadas. Luego entre cliente y cliente, buena limpieza. 

Siempre hay un 10% que pasa de todo. Que no lleva mascarilla y desoye a quien está pagado para recordarlo; quien la tiene colocada en la papada y cuando lo ve venir se lo pone y cuando pasa se la vuelve a bajar; quien se la quita al cruzarse con el vecino y darle dos besos; el que lleva la nariz fuera; ... yo flipo en colores. Para evitar ser policía de sombrilla, miro mi móvil y no me quito la mascarilla ni bajo la sombrilla. 
El más fuerte, el que más dolió en el alma....el que va gritando aquello de: Fanta, cocacola, cervezaaaaaaa... Pues ese ni mascarilla, ni distancia... y encima se cabrea cuando el chaval educadamente le comenta que la policía está recorriendo la playa multando. Y allá iba el hombre cabreao refunfuñando escaleras arriba. En serio.... ¡poco nos pasa! ¿Rebrote? Lo que va a haber es una segunda ola y sin llegar siquiera a septiembre.


Como mis ganas de ser madre Instagramer se fueron por el sumidero

Entrar en Instagram siendo madre es muy peligroso. Entre las casas perfectas de madres con tres hijos (impolutas, oigan); de madres dedicadas en cuerpo y alma a ellos con manualidades maravillosas variadas; los mensajitos sobre educación positiva megachachi... hace que tu nivel de madre caigan 3 pisos sin apenas despeinarse. Y la culpabilidad roza el extremo en el que casi te ahogas. 

Así que llega una de estas tardes, de las de 45º al sol, y decides poner en marcha un experimento que no solo has visto por Instagram y resulta chachi, sino que viene en el cuaderno de verano que le has comprado a tu hija. He aquí el enunciado:


Empiezo a preparar el material y me fijo en la cantidad de lavavajilla en comparación con agua... Una barbaridad.. pero bueno oiga, yo sigo la "receta". 

Termino y le explico a la ratona que esto es como lo que hace ella tooooodos los días con el vaso de agua y la pajita, eso que mamá no le deja hacer normalmente. Pues hala!! Que ya puede hacerlo a gusto. Y para innovar, mezclo lo del vaso con un colorante rojo, otro vaso con el negro... Así, innovando...


Todo iba bien, de vez en cuando le recordaba que no debía chupar para dentro, que solo SOPLAR. 
Me doy la vuelta para coger algo que se me había caído del suelo y escucho un gorgorito extraño y un llanto de angustia. Al mirar veo a mi hija con la boca negra (os recuerdo que le había echado colorante alimenticio) y con burbujas saliendo de la boca llorando enmorecía. 

Le limpio la boca, hago que escupa mientras juro en arameo relatando al más no poder. Mientras, el padre llama al servicio de toxicología: Leche!! Que no vomite y dale leche. Y yo pensando... ¿pero eso no era para la lejía? 

No se si os lo he dicho pero mi hija fue APLV, es decir, alérgica a la proteína de la vaca. La leche no la toma NUNCA. Aunque ya no es alérgica, la superó, no le gusta nada de nada. Pero la pobre iba haciendo su esfuerzo en darle buchitos, buchitos... 

No os preocupéis.. todo está perfecto. La niña perfecta, la madre con 1000 canas más, el padre hasta el mismo de experimentos... Le pregunté que qué había pasado, que por qué sorbió hacia dentro y la respuesta fue cuanto menos lógica: mamá, es que tenía que respirar, y se me olvidó quitar la pajita...

Así que mi idea de hacerme madre Instagramer, sacando esas manualidades tan maravillosa, se ha ido por el sumidero junto con las burbujas, el jabón y el colorante. Que no todo el mundo vale para eso, que.. si eso.. ya para otra vida...

El padre terminó la ficha del libro:


Veraneando en la ciudad. Vamos a refrescarnos: ideas

Cuando llegan los 40º de temperatura, me viene a la cabeza Dorothy del Mago de Oz,  deseando volver a Kansas, diciendo aquello de "se está mejor en casa que en ningún sitio, se está mejor en casa que en ningún sitio" Mientras unía los talones de esos zapatitos rojos. Por si no lo conocéis, os dejo aquí el fragmento, pero vamos, que ya estáis tardando en ver la película, eh?


Pues eso nos ocurre a nosotros con esas temperaturas. Que mejor en casa, debajo del aire acondicionado si es que se tiene, claro. El problema viene cuando tienes niña pequeña con muuucha energía guardada. No puede saltar a la cama elástica porque esta se le derrite en los pies, no podemos coger la bicicleta... Y aunque tenemos la suerte de tener piscina en casa de los abuelos, no siempre podemos tirar para allá. 

Se ven las manos de mi ratona con un globo verde lleno de agua.

Así que hemos tenido que ponernos a pensar cosas que hacer para poder estar fresquitos y disfrutar en familia.

Ideas que estamos llevando a cabo para refrescarnos en la ciudad:

- tenemos una piscinita mojaculos que le llamamos, en la que solo entra la peque, pero se lleva horas jugando dentro con los playmobils. 

- globos de agua y jugamos los 4... aunque intentando que el perro no los coja. Se me ocurrió la brillante idea de buscar los globos de agua que había comprado cuando ella era pequeñita, y de ponernos a jugar en el patio. Ella empezó feliz y contenta, pero conforme se le fueron cayendo de las manos.. se escondía para no jugar. Pero bien que se reía si al padre o a mí se nos caía de las manos. 

Al que le ha encantado es a Nilo. Ha disfrutado como un enano intentando cazar globos de agua y romperlos.

- Pompas de jabón: se pueden hacer caseras, o bien comprar. Yo me he hecho de un arsenal en el Aldi que salieron de oferta, ya que durante la cuarentena nos ayudó a sobrevivir y no volvernos locos. Así que me he hecho con algunos más. Ya sean de los de toda la vida, una pistola, y ahora una trompeta. 

Mi marido soplando por la trompeta y de esta saliendo pequeñas pompas de jabón pero a miles

- Trasvase de agua. Le ponemos un barreño, montones de botecitos y a pasarlos de uno a otro. Esto de pequeña le fascinaba. Ahora va perdiendo la gracia.  

- Pulpo de 8 brazos. Es un pulpo que se le enchufa a una goma y cuando viene la presión de agua, los brazos se le mueve poniendo perdido a quien esté cerca. Lo compré también en el Aldi. 

- La piscina de los abuelos, por supuesto, de la que disfrutamos 4 o 5 días a la semana. Tenemos una comunitaria, pero este año mejor nos quedamos en casa. No me fío mucho con esto del Covid19.

- Quedarnos dentro de cada debajo del aire acondicionado.  

¿Qué hacéis los días de calor cuando no tenéis playa o ríos cerca? ¿Alguna idea para poder llevarla a cabo con la ratona? Contadmeeeee, que se me acaban las ideas!

Invitación cumpleaños post-cuarentena. ¿Y cómo soplamos las velas ahora?

Pues sí, la vida sigue y seguimos desescalando, aunque ya liberados de fases y tal, en la nueva normalidad; y más que desescalando nos estamos precipitando por el barranco, porque hay personas que van sin frenos por la vida: sin mascarillas, sin distancia de seguridad y mucho me temo, sin lavados de manos. 

En casa nos estamos tomando las cosas con muuuucha tranquilidad. Solo vemos a la familia directa y con mascarillas y distancia de seguridad. Algún amigo de la ratona pero lo mismo, con seguridad, pero es que la peque ya lo iba necesitando... Y poco más. Seguimos pidiendo a domicilio solo donde tenemos confianza y comprar, una vez cada semana y media si se puede. 


El primer amigo de mi hija en cumplir año lo hacía el pasado viernes. Es uno de esos amigos que pertenece a nuestra tribu, como se le dice ahora a un grupo de amigos que nos apoyamos y disfrutamos de la compañía, excursiones y que cuando tenemos problemas nos intentamos ayudar como sea. La madre, Amiga con mayúscula, nos invitó pero sin compromiso, que sabe que la cosa está muy mal y el miedo es grande. 

Nos lo planteamos y fueron muchas cosas las que inclinaron la balanza hacia el :

- lo primero la necesidad de nuestra pequeña en ver de nuevo a sus amigos. Lo necesitaba como el comer. Lloriqueaba diciendo que quería ver a sus amigos, que cuando se iba a ir el virus...

- Luego nuestras ganas de socializar también. Ya se iban necesitando las risas y las conversaciones. Se les echaba mucho de menos. 

- Que era en el parque, al aire libre, donde podemos mantener las distancias, ellos jugar desfogando lo que estos meses no les ha dejado, y donde menos transmisión hay. 

- Que era un grupo reducido de niños (dentro de lo que suelen ser los cumpleaños de ahora).

Los peques corriendo por el parque, de espaldas

Así que fuimos. Padres con mascarillas y guardando las distancias. Nuestra peque también la llevaba. Se portó como una bendita, a pesar de que alguna que otra vez salió llorando por frustración. Es lo que tiene ser hija única y vivir en confinamiento durante tanto tiempo. 

Lo único que me hizo pensar y tengo que darle vueltas en nuestros futuros cumpleaños es el momento SOPLAR VELAS EN LA TARTA. Vamos a tener que cambiar la forma de hacerlo. ¿Cómo? 

  • No se si soplando solo un trozo que es el que se va a comer el niño
  • Si haciendo una mini-tarta para la familia que convive y otra para los invitados...
  • si poniéndole papel de film.. si... No se..hay que pensarlo. 
  • Una amiga ha dado una idea muy chula, y son las cubre-tartas del mercadona. Se le cubre, se le pone una vela, y cuando se termine de soplar, se le quita el cubre-tartas. Mmmm.. no se.. otra idea que añadir.
Porque si el niño es asintomático o alguno de los que están cerca, que siempre suelen soplar a la vez que el cumpleañero, va a terminar todo cristo con coronavirus de regalo. Conste en acta que me puse redonda de tanto comer tarta. Fui de las que repetí porque es de mis favoritas: la tarta de la abuela, la de galletas y chocolate, galletas y natillas o flan. Dios!! Qué buenas están esas tartas! Ya sabéis lo que darme si queréis envenenarme como la madrastra de Blancanieves. A mi de manzanas nada, solo tarta típica de la abuela!!!

Por cierto, el cumpleaños fue un éxito. Padres contentos y tranquilos, niños desfogados y felices. Además que tuvieron un plus: un protagonista que no quiso estar en el cumpleaños pero suele estar en plena Naturaleza: un pájaro muerto. Si.. fue el protagonista del cumpleaños. Todos los niños corriendo ladera arriba, ladera abajo gritando: un pájaro muertoooo, un pájaro muertoooooo.  Jajajajjaa. 

Primer cumpleaños post-cuarentena super positivo. 

¿Qué profesión os da más miedo?

Desde pequeños, hay profesiones a las que empiezas a cogerles un poco de miedo y algunas veces este te acompaña durante toda la vida. 

Niño llorando mientras un médico que sale de espaldas lo ausculta
Foto tomada de Internet

Cuando empiezan a ser conscientes de las vacunas, algunos niños le cogen un miedo atroz a ir al médico (que por cierto acabo de descubrir que se llama Latofobia). Lloran cuando le dices que va a ir al médico, lloran cuando están en la sala de espera y berrean cual fin del mundo cuando entran a consulta. 
He tenido suerte y mi peque no es de las que le tienen miedo a los médico, aunque cuando vamos a la vacuna va con el alma en vilo porque a nadie le gusta recibir pinchazos. Pero he sido testigo del miedo de los niños a la bata blanca/pijama quirúrgico, cuando han venido acompañando a sus mascotas y se ponen a berrear cuando me ven aparecer por la puerta. Ni diciendo que soy el médico de Boby logra calmarles. Pobres míos. 

Otro miedo que se mantiene durante la vida, es el dentista. Yo tuve la desgracia de tener que ir muy a menudo y se me hizo el cuerpo a esta profesión, así que miedo ninguno. Pero a algunos amigos le nombras dentista y se ponen hasta blancos. Y en la sala de espera es un numerito ver ciertas caras. 
Un dibujo sin colorear de una peluquera con su peine y sus tijeras en las manos
Foto tomada de Internet

Pues yo tengo un miedo que me acompaña desde pequeña, no se si se le puede llamar miedo, quizás cierto respeto y es a ir al PELUQUERO. Sí, como leéis, al peluquero. Me crearon un trauma y aquí estoy, que cuando decido ir no me tomo la valeriana porque soy mayorcita, pero casi. 
Con unos 7 años mi madre me pescó un piojo y como tenía el pelo largo decidió llevarme donde su amiga, para que me cortara un poco el pelo y fuera más fácil despiojarme. Allí me sentó, me miró, me dio un par de vueltas y.... Mira lo siento, si le corto así el pelo a tu hija, se le va a quedar super abierto, ya que de tanto ponerse las gomillas del pelo, se le han quemado, y lo tiene quebradizo y roto. Así que hay que cortarle el pelo, corto.... muy corto.. como un niño. 
Mi madre la miró, asintió y ya no recuerdo más porque empecé a llorar y aun lo estoy haciendo. 

De mi pelo largo, larguísimo que era mi orgullo, acabé con el pelo como un niño, que ella dice que no rapado, pero yo no recuerdo eso, yo recuerdo rapado y todo. Aunque luego intentaron chantajearme con un helado, yo seguía llorando. Y no quería salir ni a tiros de mi cuarto, aunque tuve que hacerlo está claro. 

Encima, cada vez que iba a la peluquería y le decía las puntas.. o dos deditos.. no se dos dedos de quien.... siempre se pasaban montón. Así que más miedo todavía pal cuerpo cada vez que decidía ir a pelarme. 

Pues este miedo se ha agravado. Os cuento:

Tengo el pelo que ni rizado ni lacio. Si no me pongo nada tal como salgo del baño se me hacen una ondas que ni para atrás, ni para adelante. Si me pongo espuma se me riza pero al día siguiente me tengo que meter de nuevo en el agua para que vuelvan los rizos. Y si lo quiero lacio tengo que pasar plancha. 
Así que mi ilusión era una melenita corta y que fuera siempre lacio. Me armé de valor, pedí cita y allá que me fui. 4 horas!! 4 horas y un riñon menos, pero volví contenta con el resultado. Media melenita, y mi alisado de keratina estupendo que duraría 6 meses. 

Pero el universo me castigó Eso fue un 6 de marzo y... HE DESATADO UNA PANDEMIA!! Me he cortado el pelo y me lo he alisado y ha llegado el COVID19. Así que sigo estando monísima porque a pesar de haber pasado casi 4 meses sigue liso, pero solo me ha visto mi marido y mi peque. Ya que cuando salgo de casa lo hago con el pelo recogido, además me pongo mi mascarilla y por supuesto mi pantalla. 

Mujer con las manos en la cabeza y cara de agobio


Pues eso, que le he cogido miedo a ir al peluquero elevado al cuadrado. ¿y si desato otro diluvio? ¿Y si viene una plaga? La niña tiene que pelarse pero tengo miedito a coger cita. Socorroooo!!

Y vosotros, ¿a qué profesión le tenéis miedo?

Unicornio marioneta con material reciclable.

El reto de esta quincena que nos ha mandado la seño para la ratona, es hacer un juguete con material reciclable. Después de mucho buscar por Pinterest, encontré algo de lo que me enamoré: un Unicornio monísimo marioneta.  Y aquí vengo a deciros como lo hemos hecho.

Unicornio hecho con el cartón del papel higiénico, con tapones de los tetrabrick, cuerdas y pajitas
 

Lo primero recopilar todo lo que había por casa que se pudiera usar. 

Materiales:

- 3 pajitas (si se puede del mismo color genial, las originales son de color rosa, pero nosotros solo teníamos una rosa y dos amarillas)
- 2 rollos de papel higiénicos
- tapones de tetabrick de leche.
- cuerda
- retales de goma eva, si tenéis con purpurina mejor que mejor. Yo he usado esos colores porque eran los que teníamos. Pero todo lo que sea color pastel rosa, amarillo, celeste y verdecito le vienen bien. 
- pistola de silicona, tijeras, lápiz para marcar, permanente para hacerle el ojo...

Foto de todos los materiales comentados encima de la mesa

Pasos que hemos seguido:

1. Pintar de blanco los cartones del papel higiénico. Uno de ellos lo cortamos un poquito más de la mitad para hacer de cabeza y luego a pintar. Ha sido la peque la que se ha encargado de ese paso. Después lo dejamos secándose mientras nos centrábamos en las patas. 
2. Cortamos 4 cuerdas con un tamaño parecido. Le abrimos agujeros a los tapones en el medio, y metemos la cuerda. Anudamos en la parte de abajo para que no se salgan. Luego cortamos las pajitas en pequeños trocitos; nosotros hemos puesto 4 por cada pata. Y lo insertamos por el otro cabito de la cuerda del tapón. 


3. Recogimos el cuerpo y la cabeza y empezamos a añadir partes. Con la pistola de silicona vamos pegando las patitas por uno de los agujeros del cartón del papel,  haciendo la parte de delante y otra la parte de atrás. Una vez que están todas pegadas, cogemos de la pajita que queda, y cortamos un trocito que será el cuello. También le insertamos una cuerda para que sea más fácil pegarlo. Ese cuello lo pegamos a la parte que hayamos decidido sea delantera. 

4. Luego de goma eva hacemos las orejas y el cuerno. Y todo lo que queramos añadirle. Y se la vamos pegando con la silicona. 

5. Añadimos la cabeza a la parte del cuello. Y por último hacemos con dos palos de polo lo que va a ir moviendo la marioneta, y le colgamos los hilos, pegándolos en la cabeza y en el culete del Unicornio. 

Quedando así:


Y así quedó nuestra marioneta. Os lo dejo por aquí por si algún día tenéis que decidir hacer una manualidad con material reciclable y no se os ocurre nada. ¿Os gusta? ¿Qué es lo más raro que os han pedido del colegio para hacer como trabajo con esto de la cuarentena?

Monkey balance: los amigos de los número (ABN)

Hoy os traigo un juego/herramienta que conocí gracias al Blog o Instagram de alguna compañera pero ahora no puedo poner en pie quien es. Así que ruego que me disculpe por no poder nombrarla.
Al cabo de unos días, Amazon me lo puso en bandeja y no pude evitarlo y lo compré. Es el Monkey balance, o lo que viene siendo una Balanza con forma de mono


En casa con esto del confinamiento, hemos tenido que empezar a hacer fichas sobre números, e ir intentando sortear los problemas que nos íbamos encontrando. Hemos tenido suerte que la peque tiene 4 años y tampoco el nivel es muy alto, pero.. hay niveles y niveles.

Contar ya sabía, los números los sabe reconocer hasta el 10 seguro.. y luego alguno que otro también los coloca bien a partir de ahí. El caso es que en el clase ya han empezado a hacer las casitas de los números o los amigos de los números. Lo que casi viene siendo sumar en mi época. Ah, es que ahora estamos en la época del ABN y  para los que somos de EGB.. telita. Y sigo diciendo que suerte que mi peque está en infantil, porque cuando me toque primaria, me veo estudiando el ABN ese. 


Para hacer los amigos de los número o la casita, siempre hemos tirado de clips, rotuladores, horquillas, chinchetas.. todo aquello que teníamos en mucha cantidad. Y desde que este ayudante mono llegó a nuestras vidas, lo usamos a él. Pero antes de deciros cómo hacemos la casita de los números, os voy a contar de que se compone el juego. 

Composición:

El juego está compuesto del mono balanza con sus platitos, los monitos pequeños, los números y unas cartas. Las cartas tienen distintos colores:
  • Las verdes son las del primer nivel, que es el reconocimiento de los números
  • Las púrpuras son las de contar
  • Y las azules son las sumas. 
El mono en sí es un juego hasta de 4 jugadores aunque también se puede usar individualmente. 

Forma de jugar:

Se escogen las cartas/nivel con las que vamos a jugar. El jugador más joven escoge una carta. 

En las cartas verdes hay un numero y los correspondientes monos. Hay que encontrar el número y colocarlo en uno de los platitos, y luego contar la cantidad de monos que hay y ponerla en el otro plato de la balanza. 

En las cartas púrpuras hay unos monos. Hay que contarlos y mirar cuantos hay. Luego contarl los monitos marrones y colocarlos en el plato de la balanza. Luego se tendrá que poner el número correspondiente en el otro plato y ver si se equilibra. 

En las cartas azules nos encontramos las sumas. Y la suma puede ser con números, o con monos, o con monos y números. Primero se pone el número o los monos en uno de los platos, por ejemplo 2+3, se pondría 2 y 3. Luego habría que calcularlo y poner el número en el otro plato, en este caso 5.  

Nuestra variante: la casa de los números o los amigos de los números:

El ejemplo lo voy a hacer con los amigos del 10 o la casa del 10 que he puesto ahí arriba. 

En uno de los platos ponemos el número 10. Escogemos 10 monos y ponemos los demás a parte y en el plato colocamos SOLO aquellos que nos diga la primera cuadrícula, en este caso el número 3. Entonces mi pregunta a la peque es: ¿cuantos monos tienes que sumar al platito para que de 10, es decir, se equilibre? Ella va añadiendo monitos y cuando se equilibra, o se queda sin monos en la mano, pone el resultado. Antes lo hacíamos con clips, con rotuladores, con lo que fuera, y nos iba bien. No hace falta el mono para eso, pero oye.. ella lo hace todo más feliz con su amigo el mono. 

En fin.. espero que os resulte interesante esta herramienta o juego. Ya me contaréis si os gusta la idea. Os dejo el enlace a Amazon.