Lectura, libros, cuentos y esfuerzos.

 


He adorado los libros desde muy pequeña. Recuerdo, con dos añitos, haber ido con mis padres de la mano a comprar el periódico al kiosco y volver ellos con el suyo y yo con un DonMiki agarrado con fuerza contra mí para que no se me cayera, porque claro, quería llevarlo yo. Ah, ¿Qué no sabéis lo que es el DonMiki? Me hago vieja, definitivamente me hago vieja. Pues esta revistilla que había por aquella época:

Foto tomada de Internet

No, no sabía leer, pero quería a toda costa.  Mientras, me imaginaba los diálogos y las historias, y disfrutaba pasando las páginas con orgullo como si estuviera leyendo. Luego llegó a mis manos, heredado, el MICHO. El que heredé era el verde, y con paciencia, sola y recurriendo a mis padres, me dispuse a leer. Algo conseguí... Mi primer colegio de EGB (primero), era de esos que empezaba a rondar ideas montessori y tal, en aquella época, un avance... No me enseñaron a leer. Ellos decían que sí la música, que si nosequé... en fin.. que salí de primero de EGB sin saber ná de ná. Letras y poco más. 

Me cambié de ciudad, me cambié de colegio y fui a dar (en aquella época no elegías sino te daban el colegio por zona de donde vivías) con un concertado que ya en segundo tenías que leer a nosecuanta velocidad y saber poco más que la biblia en pasta. Me dijeron que no aprobaría. Y allí menda lerenda feliz; porque por fin iba a poder leer, así que en dos meses me puse al día y cogí el nivel de mis compañeros. 

Volví a leer los DonMiki, esta vez sí leyendo los diálogos. Me pasé a Sandokan, a Julio Verne, a Mujercitas, a Moby Dick, a  Los Cinco... y no paré. 

He vivido rodeada de libros; la gran mayoría de mis amigos los conocí gracias a los libros; mi marido lo conocí gracias a los libros y mi hija está aquí porque soy la tonta de la literatura....

Pues ella, a pesar de los miles de cuentos que le leía cuando estaba en la barriga, de los que le contamos desde que nació, de los que disfrutamos, de... Pues no le presta mucha atención. 

Como ya comenté en el post anterior, le ha costado mucho llegar a leer con fluidez y aun le sigue costando. Ella abre un libro y ve los dibujos y se crea su historia, muchas veces mejor que la que el autor ha creado. Vamos, que estoy por relanzar el libro con su final, jajajjaja. Es creativa y su imaginación desbordante. Pero le cuesta leer. 

Nos ponemos juntas todos los días. Intentamos que sea algo divertido; escogemos libros afines a sus gustos; ella siempre elige en la biblioteca. Hemos probado también comics, cuentos, libros grandes, pequeños, con ventanitas, interactivos... Poco a poco parece que le va llamando la atención.. Pero se, desde lo más dentro de mi corazón, que puede que no sea lectora compulsiva como yo. Estoy intentando aceptarlo, aunque... siempre me queda una ligera esperanza. 

Y vosotros... ¿Erais o sois lectores? ¿Y vuestros peques?

Apareciendo de nuevo y resumiendo


Llevo intentando volver por estos lares hace mil años, pero siempre que me sentaba frente a una hoja en blanco, me bloqueaba y me preguntaba que para qué... . Hoy me han vuelto esas ganas de escribir y compartir con aquel que me lea mis neuras y locuras. 

La peque ya está terminando segundo y parece que fue ayer cuando me peleaba con ella en infantil e incluso en la guardería. Todo era difícil y confuso y no sabía lo que me quedaba aun por pasar. Ahora a toro pasado, aquello era jauja, una maravilla, una balsa calma en un gran lago. Supongo que siempre es así. Que cuando pasan las cosas y las dejas atrás, empieza a verse como algo fácil mientras sufres las consecuencias del presente. 

Cuando llegan a primaria la cosa se complica. No se en vuestros centros, pero en el de mi niña, no es obligatorio pasar leyendo de infantil. Eso lo veo genial, pero lo que realmente me molesta es que ya en el primer trimestre el niño tiene que estar leyendo y a 60 palabras por minutos. Mira no. Eso sí que no. Si no es obligatorio, no se le puede meter una caña impresionante a los niños para que en 3 meses hagan lo que no hicieron en 3 años. 

A mi hija le cogió la época Covid en 4 años de infantil. Así que si ya hacen poco en infantil en la época de mi hija, pues más en una convulsa cuarentena donde mandaban 2 tristes fichas para cada 15 días. En fin.. que el nivel que llevaba era nulo. A pesar de que nosotros nos pusimos a trabajar con las letras mayúsculas y minúsculas, cuando llegó el momento chocó con un muro enorme y vinieron los problemas. 

En mi época, no era tan importante la velocidad como la comprensión lectora; pero en este colegio es lo contrario: Que lea rápido, que lea rápido... Pues empezó divinamente, y luego fue cuesta abajo y sin frenos. Lloraba cuando se ponía delante de un libro; no quería intentarlo; le tenía que arrastrar por toda la casa para que se sentara frente al libro... Una odisea. Y así ha sido durante dos años: primero y segundo. Ahora ya lee bien pero quiere ir tan corriendo, que se atranca en ciertas palabras, o se las inventa o.. en fin.. Pero aquí vamos, poco a poco. 

Mi otra preocupación, el perro, ha tenido un buen bajonazo. Le diagnosticamos un tumor en la pata, después de muchas pruebas había dos vertientes diferentes: la del traumatólogo y oncólogo que decían que había que amputar pata y dar quimio y aun así no me daban más de 5 meses, y el del biopatólogo que decía que era local y que se lo quitáramos... Imaginaos lo difícil que es todo. Porque Nilo tiene cauda equina, problemas neurológicos que apenas puede estar de pie mucho tiempo, así que amputarle la pata... como que no. Así que le quitamos el bulto. Eso fue en febrero y estamos a junio y aquí está con nosotros. Le molesta la pata y bueno, no está genial. Pero él es feliz, duerme mucho como buen abuelito canino, le hacemos mimitos, está con sus miles de pastillas.. en fin.. 

Y yo.. pues... a ver.. resistiendo, sobreviviendo, pasando el día a día...

¿Qué tal vais vosotros?


La patrulla canina, la película.

Ya no recordaba la última vez que fuimos al cine, la verdad. Creo que fue con Abominable y eso fue hace dos años. La peque tendría 3 añitos y algo. La pandemia, la cuarentena, las diferentes olas de coronavirus, el miedo, los interiores... Vamos, que es la primera vez que hemos pisado el cine en una eternidad. 

Este domingo los planes eran escasos. Estuve viendo opciones para estar con la peque las dos solas, el padre está hoy sin poder moverse por "baja médica", y se me ocurrió la idea del cine. Empecé a poner pros y contras encima de la mesa y me tiré al río. Y ha sido verdaderamente positivo. 

La película era fácil, La patrulla canina. Es la serie infantil que más le gusta a la peque y que más aguanta. Ella es muy sentida. No le gusta cuando sufren mucho los personajes, cuando hay muchos malos, así que para no tenerla subida al techo durante toda la película, me decidí por esta. 

¿Cuándo hay menos gente en el cine? Pues en el horario de mañana. Así que ahí nos plantamos las dos en la sesión diurna. Todo un acierto. 

Tengo que aplaudir y darle una buena ovación al trabajo que realizan los cines para hacer de él un entorno seguro. Como han puesto las ventas de tickets con sillas divisorias, es decir, sillas vacías para separar familias. E intentar que no coincidan muchas en la misma fila. Además de la limpieza y de estar encima para que las mascarillas se queden el mayor tiempo posible. 

La película:

Confesaré que tengo a La patrulla canina un poco atragantada. Me se las tres primeras temporadas (las de Netflix) de memoria, incluida las conversaciones. Así que estaba pensando en desaparecer en el cine y dejarla sentada sola y esperarla a la salida. Jajajaja, No, no soy tan malamadre. Pero oye, me ha sorprendido la película gratamente. 

Cosas que no le ha gustado a mi peque: que no sean los mismos dibujitos. Es decir, se nota el cambio. Las caras no son las mismas, y Ryder ha debido de crecer, jajajja. Eso le dije yo a la peque para no ponerme a hablarle del 3D y esas cosas. Porque sí, está en 3D y se ve la diferencia. Como bien dijo ella, menos mal que las voces son las mismas, mamá. 

También le puso triste la historia de Chase.. pero se veía venir. Ella es muy sentida y verle sufrir... se le saltó más de una vez las lagrimitas. 

Todo lo demás le gustó. Salió del cine muy contenta y saltando de alegría. 

Personalmente veo una trama mucho más trabajada que la de las series. Muchas aventuras, los coches son maravillosos, el centro de mando la caña, vamos.. que Fast & Furious y esta... quemando las carreteras, oigan. Jajajaja. 

Entretenida y muy trepidante. Mantiene en vilo a los chiquillos y toca fibras sensibles. Los peques disfrutan y los adultos pueden llegar a entretenerse. Recomendable