Parques, campo y laguna. Desfogue y aprendizaje.

Como no podemos salir, hay veces que soñamos con que todo ha acabado, que podemos volver a la rutina, y que podemos volver a nuestra Naturaleza. Hoy os traigo una entrada sobre los lugares a los que solemos ir para que la ratona desfogue.

No es la primera vez que os cuento que mi peque es un culillo de mal asiento, que la concentración la tiene justita, y que lo que más le gusta es saltar, correr, brincar, bailar, todo lo que conlleve movimiento. Ya sea a pie, a bici o a moto de estas parecida a bici pero sin pedales… Cuando lleva muchas horas metida en casa, empieza a subirse por las paredes modo gato, y tenemos que sacarla donde sea para que desfogue. Ahora mismo, con todo lo que está pasando, no está costando sudores que se canse. Pero tiramos de todos los juegos, saltos, gimnasia, zumba, circuitos... en fin.. todo lo que os podéis imaginar.

En nuestra vida normal, sin virus,  lo tenemos fácil porque por mi zona tenemos muchos parques, uno al ladito de casa, donde hay olivos, césped y una zona de columpios. Para cuando era más chica nos venía bien, ya se nos queda pequeño.  Un poco más lejos, como a un kilometro y medio, tenemos otro mucho más grande, con zonas de columpios chulísimos, enormes, inclusivos, con tirolinas, colchonetas de salto, para escalar, vamos super completo, aunque también super masificado, jajaja, todos los que viven por nuestra zona terminan allí.


Al lado de esos columpios hay un parque urbano que tiene mesas para poder hacer comidas, también con olivos en su mayor parte, donde dan rienda suelta a sus locuras sin preocuparte por coches, salvo los fines de semana, que abren el parque a los coches para que puedan llegar a las mesas y cargar con la comida, barbacoa y demás sea más fácil.


Pero donde más nos gusta ir es a la laguna, como le llamamos nosotros. Es una zona creada artificialmente, hace mucho tiempo, con césped, otros árboles aparte de olivos, con sombrita, una laguna, con cascadas, juncos, tiene una zona de cuesta en cemento, que es puramente decorativo, pero es donde los niños escalan, y a los padres se nos sale el corazón por la boca.

Nos gusta ir con la manta de picnic, con la merienda, el perro y a disfrutar de las horas muertas. Ella lo da todo junto al peludo y están en contacto pleno con la Naturaleza. Aprende a hacer equilibrio, a admirar árboles, plantas, insectos…. Aprenden a no dejarse los dientes en el cemento, y nosotros aprendemos a cerrar los ojos y rezar muy fuerte para que no se hagan brechas…

Pero ellos van consiguiendo más confianza en si mismos, aprenden hasta donde llega su fuerza, su velocidad y su flexibilidad.

La verdad es que cuando  volvemos a casa es otra: mucho más relajada, feliz, llena de raspones y churretes varios. El perro es otro que disfruta a tope y llega justo para tirarse en plancha y no moverse hasta el día siguiente.

Nos encanta ir al campo. Tenemos ganas de volver a disfrutar de estos momentos. Por favor, que vuelva todo a la normalidad!!!! Que se vayan los virus!!!
Y vosotros, ¿Tenéis zonas de desfogue cerca? ¿Qué hacéis cuando se os suben por las paredes por puro agobio y no estamos metidos en una cuarentena?

5 comentarios:

  1. Gracias por el verde y el oxigeno. Yo soy una de las afortunadas de tener parque y se agradece un monton, pobres de los que viven encerrados.Magnifica entrada!

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  2. Qué ganas también de desfogar en sitios así. Nosotros tenemos un par de ellos así cerca de casa y lo primero que vamos a hacer también es ir a corretear por ellos. Un abrazo y ánimo.

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  3. Qué bonito los sitios! Qué ganas de poder volver a esos sitios! Por aquí lo que tenemos es playa, que viene también genial tanto en verano como en los buenos días de invierno, que son muchos.
    Besotes!!!

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  4. Que lugar mas bonito,ojala lo tuviera cerca para disfrutarlo cuando todo esto termine :)

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