Efectos secundarios de la maternidad: Ir al baño misión imposible

Está claro que ser madre es una cosa maravillosa, inmensa, que no cambiaría por nada en el mundo, que quiero a mi ratona con toda mi alma, pero.. qué difícil es esto maredemialma!! ¿Sabéis que es lo que más echo de menos? Ir al baño a cagar sola, con tranquilidad, sin nadie, sin estrés... sin correr... solo sentarme y cagar. Sí, hoy no estoy muy fina y siento lo escatológico pero es que lo de hoy es de traca.

Niña tirándose de los pelos en plena rabieta
Foto tomada de Internet

No soy una persona que vaya fácil al baño, aguanto mucho tanto aguas mayores como menores. Así que esta mañana me levanté pensando que necesitaría un ratillo para acercarme a hablar con Roca. Pero entre que te despiertas, te vistes, el padre hace la cama, yo voy despertando a la ratona, la visto, el padre baja a sacar al perro, la peino, hago la cama de la peque, preparo la talega con el desayuno del cole, preparo el desayuno de la peque, viene el padre y el perro, el padre le da de desayunar, yo preparo mi desayuno y le doy de comer al perro, desayuno, le pongo el babi a la peque, la arrastro al coche y para el cole...no hay hueco para obrar como diría mi familia materna. 

Hoy para más inri teníamos que ir al médico así que me pongo las lentillas, arrastro niña al coche, papá coge el otro coche, médico, diagnostico, mamá para el trabajo, papa con niña para el cole.

Durante toda la mañana sin parar ni para ir al baño, además que mi baño es MEJOR que el del trabajo para ese tipo de cosas. Así que soñando iba con el momento de entrar en casa y volar al baño de arriba, porque sí, lo bueno de vivir en un pareado es que tienes varios baños. Hoy el padre recogía a la ratona, así que mi deseo se iba haciendo más creciente conforme iba acercándome a casa, pero... no es oro todo lo que reluce. El padre había tenido problemas en el trabajo y la comida no estaba lista.

Aguanto las ganas y me pongo a cocinar. Cuando llega la peque la comida y la mesa lista. Comemos y yo soñando con el momento baño. Pero se me interpuso la cocina. Estaba como si hubieran entrado a robar. Así que me dispongo a poner orden aguantando todo lo que podía, y cuando me pongo a fregar , el padre que se va a sacar al perro y a la farmacia a por las medicinas de la peque.

Ratona viendo tele pero se aburre. Mamá se seca las manos y le quita la tele y le pone los playmobil para jugar. Vuelvo a remeter volando contra el fregado y terminando estaba de fregar cuando mi niña gritando que se estaba cagando que iba a cagar ya. Así que yo con sudores fríos esperando que terminara para subir a mi baño, sí, MI BAÑO. Termina, la limpio y subo los escalones de dos en dos.

Llego casi bajándome los pantalones y.. NO HAY PAPEL!! NO HAY PAPEL!!. ¿Adivinad donde tenemos el papel?? En el sótano. A punto de llorar pienso en que como baje para abajo ya me cago por las escaleras. Total.. Pero recuerdo un paquete de kleenex que guardo en el cajón y voilá. Puedo por fin ir al baño. Estaba terminando de suspirar recién puesto el culete en el váter y la puerta tiembla por los golpes:

- mamaaaaa, estas aquí?? Por qué cierras?? Quiero entrar!! Puedo acompañarte mientras haces caca????

Y así lectores míos, es como pierdes la dignidad como persona y te conviertes en madre. No vuelves a cagar, mear, ducharte sola durante unos cuantos años muy largos, muy, muy largos!!!

4 comentarios:

  1. Jajaja, ays, totalmente identificada cuando mi hija era pequeña! Pero el tiempo vuela y llega ese momento de tranquilidad para ir al baño. Pero te digo ya que vas a echar de menos todo ese jaleo!
    Besotes!!!

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  2. Hijole, sé de que hablas, por mis hijos TEA es fecha que no puedo dignarme a ir al baño...si no me ven rondando, se arma una buena. Ni hablar🤷‍♀️ es parte de la mision que tenemos.

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    1. Uffs.. hay veces que la misión se hace cuesta arriba, jajjaja. Besotes

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