¿Donde estabas en 1992? Mundo inclusivo

Como me digas que no existías me va a entrar muuucha envidia, que lo sepas, sobre todo porque se acercan mis 40 y ya estoy temblando e hiperventilando. Pero bueno, lo ideal es cumplirlos con salud y bien acompañada, no?? Pues eso pienso hacer.

Hoy vengo en plan "abuela", recordando "viejos" momentos, y he elegido 1992. ¿Qué hacías entonces? ¿Tuviste la oportunidad de vivir de cerca Los juegos olímpicos o la Expo 92?

Yo sí. La exposición universal del 92. No fui de las afortunadas de tener pase, pero fui con mis padres unas cuantas veces, con la academia de inglés otra, y me tocó una excursión en el colegio para ir a la Expo. Curiosamente de esa es de la que más recuerdos guardo. ¿Y sabéis que? Que no es el pabellón de Fujitsu el que más recuerdo, o el de Canadá, nop... el que más me impactó, el que más se me ha quedado grabado: el pabellón de la ONCE.

Fuimos dos personas por curso y colegio, y creo que íbamos solo los grandes, pero tampoco guardo muchos recuerdos de aquello. Solo que me tocó a mí. Yo sufría de Bulling por aquel entonces, y fue raro ir yo en vez de todos los demás. Acerté un número, solo eso.

Pues de ese viaje solo recuerdo el Pabellón que os he comentado. ¿Porqué? Pues porque me quedé impactada, descubrí en aquel momento lo que era carecer de visión o de audición, y me llegó muchísimo. Siempre he sido empática, pero vivirlo en mí misma fue.. impactante. 

Al entrar recuerdo sitios donde podíamos chequear donde estábamos, jugar con máquinas que ahora parecerían de risa, ver coches preparados para discapacitados que eran auténticos robots por aquel entonces... Y había una sección donde te enseñaban como era cruzar una ciudad estando ciego

A cada uno de nosotros, nos ponían un antifaz para que no viéramos, nos daban un bastón, y nos metían por una ciudad a escala para que viéramos o mejor dicho sintiéramos todas las barreras por las que ellos tienen que pasar. Teníamos que subir a un autobús, atravesarlo, bajar de él... 

Luego, aun con el antifaz nos sentábamos a una mesa y nos daban puzzles para hacer siguiendo nuestro tacto, metían en sacos objetos y teníamos que adivinar qué era,  nos enseñaban lo que era el braille y como lo leen, jugamos al fútbol con pelotas con cascabeles creo recordar...

A la hora de irnos nos dieron unas hojas con el abecedario en braille, y recuerdo que aprendí muchas letras y en casa me ponía a estudiármelas.

Al poco tiempo, me regalaron un libro, para adolescentes, llamado El mundo de Ben Lighthart que terminó de impactarme mucho, muchísimo y que solo he leído una vez y lo recuerdo casi página por página. Buffs... te abre la mente a muchas cosas y sientes de una manera que jamás había sentido.

Me gustaría encontrar algo parecido en mi ciudad, en la actualidad,  para que cuando mi ratona sea algo más grande, llevarla y que le ayude a conectar más con las personas, a ponerse un poco más en su lugar, porque si todos hiciéramos eso, si todos hiciéramos visibles las barreras que sufren, como son tratados, conseguiríamos un mundo más inclusivo, más empático, menos cruel, haríamos de nuestro Mundo, un mejor lugar.