La pulga: ciclo y tratamiento.

Aun recuerdo, cuando me tocaba el teléfono de urgencia, algunas llamadas de esas que no se olvidan fácilmente; de esas que no sabías si te estaban tomando el pelo o era desconocimiento total del mundo perruno.
Una de ellas, fue una llamada a las 01.00h de la mañana. Una señora muy preocupada porque había visto en su perro unos bichitos negros que corrían mucho. Imaginaos como sienta que te despierten a esa hora por eso....en fin...

Como ya os comenté en una de las primeras entradas, son 4 los parásitos externos del perro, o por lo menos los más comunes. Hoy vamos a hablar de uno de ellos: la pulga.

Foto de cerca de una pulga
Foto tomada de Internet

La pulga:

La pulga es un artrópodo minúsculo, sin alas, oscuro, comprimidos lateralmente, con 6 patas de las cuales, las últimas, las tienen más desarrollada, y la usan para saltar.
Da miedo los saltos que mete para el tamaño que tiene. Cuando las ves en tu mascota, van corriendo; cuando las ves fuera de él, saltan. Y si las ves en tu mascotas significa que, o tienes un ojo de lince y hay que llevarte al libro Guiness; o tu perro tiene una infestación masiva y por eso las ves. También hay dueños que los cepillan y peinan todos los días, con lo que es más fácil que se crucen con ellas.

Hay unas 2000 especies de pulgas, pero la que más habitualmente nos encontramos es la pulga de gato.

Son hematófagas, es decir, que se alimentan de sangre, como pequeñas vampiras casi invisibles al ojo humano. El problema es que son poco específicas, les da igual el animal que sea, lo único que necesitan es que sea de sangre caliente. Así que podemos encontrárnoslas en distintos hospedadores: desde ratas, perros, gatos, ganado.... Incluso si no encuentran este tipo de hospedador, pueden recurrir al hombre para comer. Es decir, que nos pueden llegar a picar.

A diferencia de otros parásitos, la pulga vive siempre en el mismo hospedador, y tiene un ciclo de vida difícil de erradicar por los humanos, porque son rápidas multiplicándose, pueden durar mucho tiempo en el entorno, sin aparecer, por la temperatura y el grado de humedad; y su tamaño la hace difícil de detectar.



Para erradicarlas, hay que conocer bien su ciclo vital, así que vamos a ello. A por ellaaaaaas!!!!

Ciclo vital de la pulga:

La pulga adulta se sube a nuestro perro de un salto.  A los dos días, tras engullir un poco de sangre, empieza a poner huevos. Pueden llegar a poner de 15 a 20 huevos al día, llegando a un total de 600.
Esos huevos no son pegajosos ni nada de eso. En realidad, una vez puestos, se caen al suelo de nuestra cocina, jardín, salón, alfombra o cama. A los 2 o 15 días, dependiendo de la temperatura, aparecen las larvas que a diferencia de las adultas, viven fuera del perro.
Estas necesitan lugares oscuros para vivir, así que se buscan grietas, muebles, alfombras... para esconderse. Mudan 3 veces antes de convertirse en pupa.
La pupa es una especie de crisálida muy resistente que pueden llegar a sobrevivir meses si las condiciones ambientales no son buenas; siendo la más difíciles de erradicar.
Una vez que se convierten en adultas, saltan al hospedador de nuevo.

El ciclo puede completarse en 3-4 semanas. Así que imaginaros lo rápido que podemos tener una infestación en casa.

Enfermedades que transmite:

El problema de las pulgas es que no solo le quita sangre a nuestro animal, sino que puede transmitirle enfermedades.  Son los transmisores del Dipylidium caninum, las lombrices, que no solo afectan al perro sino también al hombre, normalmente a los niños.

Las pulgas son antiguas amigas nuestras. En la época donde la higiene no era demasiado buena entre humanos, era muy normal tener pulgas, chinches y demás en casa. Ellas fueron las responsables de transmitirnos otra pandemia, la peste negra o bubónica y el tifus. Las pulgas habitaban sobre las ratas, y tras picarnos a nosotros, nos trasmitían la enfermedad. Así que son viejas conocidas.

Tratamiento:

Lo importante de todo este rollo que os estoy metiendo, es saber el tratamiento que debemos llevar a cabo para acabar con estos parásitos.
Hay que tener en cuenta todo el ciclo. Lo primordial no solo es tratar al perro sino también al entorno:



Punto nº1.  

Lo más importante en casa a nivel de electrodomésticos es LA ASPIRADORA!! Recordad que los huevos no son pegajosos, así que con una buena aspiración retiramos todos lo que podemos. La aspiración no solo debe hacerse en suelo, sino también en sofá, alfombras, e incluso en el coche. Porque por donde haya estado nuestro perro, ha podido ir dejando huevos.
También, si tenéis vaporeta, podeis pasársela por las alfombras tras la aspiradora. Así la temperatura ayuda a acabar con larvas y demás. Pero recordad que la pupa es muy resistente y seguirá en rincones y profundidades.

Punto nº2

El jardín y la casa hay que fumigarlos. Hay productos diferentes para cada lugar. Normalmente los jardines con pesticidas externos, con rociadores. Y en casa con unos aerosoles, o como yo les llamo, bombas de humo.

IMPORTANTE: estoy hay que hacerlo cada 3-4 semanas, puesto que las pupas vuelven a eclosionar y volvemos al inicio de nuevo. Por lo menos tres veces, es decir, una vez al mes, durante 3 o 4 meses, para estar seguros que no tenemos pulgas en el entorno.

IMPORTANTE 2: Debemos sacar nuestras mascotas fuera de casa, al menos durante 24 o 48 horas para que no se vean afectados por la fumigación. Estos productos son nocivos para ellos. Así que hay que aprovechar para cuando nos vayamos de viaje, o dejárselo a una residencia, amigos, o familia.
Tras la fumigación, importante es la aireación. Es decir, dejar ventanas abiertas para que se vayan los humos tras unas horas cerradas.

Punto nº3

Tratar a nuestras mascotas. Os acordáis que lo que más me gustaba a mí era la frase de: más vale prevenir que curar. Pues eso, si tratamos a nuestros animales antes de que cojan pulgas, el punto 1 y el 2, no serán necesarios.
Las pulgas, aunque tienen predilección por la primavera y el verano, también podemos encontrarlas en invierno, sobre todo en España con este clima que tenemos. Así que hay que acordarse de desparasitar también en invierno.
Tenemos multitud de formas de tratar a nuestra mascotas: pipetas, collares, pastillas, champús… Solo poneros en contacto con vuestro veterinario y veréis lo fácil que resulta evitar la aparición de estos vampiros.
En mi caso uso la pipeta y el collar. Digamos que así cubro más parásitos que si uso solo uno. Ya hablaremos de esos otros que nos quitan el sueño a dueños de mascotas.

Espero que os haya sido de ayuda y que no haya resultado un tostón esta entrada. 

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