Síntomas del encierro tras más de una semana. Sensibilidad y llantos.

Ya llevamos más de una semana de cuarentena y hoy vengo a preguntaros qué cambios habéis notado en vuestros pequeños este tiempo.

En mi caso yo sigo trabajando. Estoy a media jornada (salvo jueves que trabajo jornada completa pero partida) y dos sábados al mes. Así que es el padre el que se queda con ella durante ese tiempo.

La ratona, para aquellos que no me hayan leído aun, tiene 4 años pero es de las últimas en cumplirlos ya que nació en diciembre. Se lo hemos contado siempre todo, de manera básica y simple. Vemos las noticias con ella y si algo pregunta, le informamos. Estos últimos días vemos solo la cabecera o resumen de las noticias, porque tampoco queremos crearle más agobio del que ya tenemos en casa.

Ella sabe que no podemos salir, que si vamos a comprar o si el papá saca al perro, ella no puede acompañarle. Y ha pasado una semana y sigue aceptándolo bien. Solo ha llorado una sola vez y fue cuando fui a ver a mis padres (con 5 metros de distancia) porque necesitaban que les llevara una cosa y yo recoger otra. Ahí sí se vino abajo al decirle que no podía venir conmigo a ver a los abuelos.

Ya os conté qué tal habíamos pasado el primer fin de semana, y durante la semana hemos ido actuando igual: ejercicio físico si se puede y de la manera que podemos, deberes, manualidades, cocinar juntas..

Cambios encontrados:

Lo primero que he notado es una gran mamitis (me acapara a todas horas), pero de manera bestial, hacía tiempo que no la veía así: Llego a casa y se sienta en lo alto de la escalera a esperar mientras me cambio de ropa, mientras me deshago de los guantes, mientras me cambio de calcetines y zapatos. Se aparta y espera pacientemente a que me lave las manos. Y luego ya no vuelve a separarse más.

Hace un día, mientras la acostaba, me preguntó:
- Mamá, si no se puede salir de casa por el virus... ¿por qué tu si lo haces?
- Porque tengo que trabajar cariño. Si no voy a la clínica, ¿quién va a curar a los perritos y los gatitos?
- Pues E. (el nombre de mi compañera).
- ¿Y te vas a morir si coges el virus?
- Vamos a hacer os posible por no cogerlo, y como ya sabes no todas las personas que lo cogen se mueren, mi amor. Normalmente son personas mayores que están ya muy malitas.
- Tu no cojas el virus, mami.

Os puedo decir que tal como salí de la habitación me harté de llorar del miedo, el pánico y la ansiedad que arrastro.

Además de mamitis y de preguntitis, la he notado más sensible aun, si cabe, porque ella es terriblemente sensible. Pero ahora, si nos enfadamos con ella, se pone a llorar, pero lo único que pide es un abrazo. Quiere abrazos a todas horas.

Hay veces que rompe en berrinche, aunque de esos solo ha tenido dos contados, pero también a nosotros nos ha pasado, al padre y a mí, que hemos sacado los pies del plato. Normal, son muchas horas con estrés, intentando distraerla.

Y por suerte, solo una vez le dio lo de burlarse de mí, portarse mal a conciencia y decir burradas aprendidas en el colegio. Menos mal. Si no ahí si me daba algo.

Así que sí, se nota el encierro, pero lo lleva muchísimo mejor de lo que yo pensaba. Mejor que nosotros, más fuerte, más valiente, y siempre con una sonrisa y buen humor (casi siempre). Y está pensando en todas las cosas que va a hacer cuando podamos salir a la calle. Y lo que más pide es dar abrazos y ver a sus 4 abuelos, y ver a sus amigos y jugar.

¿Y los vuestros? ¿Cómo están llevando esta situación?¿Qué les habéis notado diferente?