¿Cuánto llevamos ya? ¿6 semanas? ¡Un mes y medio de cuarentena que se dice pronto! Parecía que empezaba a verse algo de luz al final del túnel. O eso pensaba yo... o sí, o no.. O.. yo que se. Así me encuentro. Un batiburrillo de sentimientos. No creía que la luz fuera a ser una luz potente y brillante, sino un cambio de luminosidad del tono de grises. Una leve esperanza que empezaba a abrirse camino. Pero estamos viviendo en una continua subidas y bajadas de ánimos y sentimientos.
De la esperanza al enfado:
Comentaban que a partir del 27 de abril los niños podrían salir a la calle. Me sentí super esperanzada pero a la vez nerviosa y con mucho miedo, de que el bicho estuviera por ahí fuera, a la vuelta de la esquina. Era como una especie de brisa fresca en esto del confinamiento. Parecía que todo iba a mejorar, solo nos quedaba saber cuales iban a ser las condiciones.
Y estas llegaron, y fue como un cubo de agua fría en la espalda: solo podían salir acompañando al adulto a hacer lo que ya podían hacer. Es decir: ir a comprar, a la farmacia.... ¿En serio? ¿Dónde más gente hay? ¿Donde realmente puede haber virus por todos lados? Me salió la rabia, el enfado y muy dolida, con la esperanza por los suelos.
Del enfado a la esperanza de nuevo:
Luego recapacitaron y volvieron para decir que se habían equivocado, que a partir del domingo podrían salir con un adulto a dar un paseo. UN PASEO! Qué bien suena, de verdad. No podremos ir muy lejos, solo 1 kilómetro, podrán llevar un juguete, y siempre respetando la distancia de seguridad. Un paseo! Lo necesitamos. Tenemos miedo, sí, pero ese aliento de aire fresco es necesario en casa.
Nuestra ratona es un manojo de nervios, necesita quemar mucho, pero mucho. Si no desfoga se le va acumulando y cuando no puede más, a los dos o tres días, rebosa y explota.
Es buena, dulce, sensible... muy activa, dinámica, no para ni de moverse, ni de hablar... Pero cuando rebosa, el sentimiento le invade y llora amargamente. Es un llanto que ella misma te explica que no puede parar, que no sabe por qué llora. Solo que tiene que llorar.
Puede viendo una peli o dibujitos o por que le has llevado la contraria y se ha quedado triste. En un día normal no pasaría nada más que un mohín, pero esos días de rebose.. es el no va más. Pero no como rabieta (otros días sí), sino de angustia. Un llanto que sale de dentro y asusta por el dolor que transmite.
El otro día llegó a coger una minimaletita y dijo que se iba de casa. Que no quería vivir aquí. Que papá y mamá le hacían llorar de vez en cuando (cuando se frustra) y que se estaba sintiendo mal.
Uffs. Dolió mucho. Pero tras hablarlo largamente conseguimos calmarla. Al día siguiente ya estaba como nueva dispuesta a sonreír y seguir moviéndose cual lagartija.
Mi niña va madurando y lo voy viendo cada día que pasa. Ya no es el bebé que cogía rabietas por nada.. ya le pone a cada cosa su nombre, se intenta explicar y te da razones. Cada vez se expresa mejor y te deja a la primera de cambio con la boca abierta.
Creo que explicándole las cosas sería posible una salida segura. O eso esperamos. Estamos asustados pero ilusionados. Pero sí, en casa el domingo daremos nuestro paseito. Será pequeño, quizás a la esquina. A que nos acompañe a tirar la basura, y sacar a Nilo. Si vemos que va bien, que no se vuelve loca de remate, jajaja, al día siguiente iremos aumentando la distancia (no mucho porque tenemos lo del kilómetro). Ya os iré contando.
¿Y vosotros? ¿Cómo os estáis sintiendo?
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Lo de los sentimientos encontrados y las montañas rusas de emociones son habituales. Yo también noto que mis hijos van cambiando, sobre todo, el mayor.
ResponderEliminarEspero que disfruteis mucho del paseo de hoy :) Normal que a los pequeños también les afecte el encierro y todo el miedo que se está creando - desde fuera se ve mucho la diferencia, y de verdad, os han metido miedo. Menos mal que rectificaron en cuanto a lo de las salidas, y que poco a poco la situación se normalice. Un besote enorme a la familia!
ResponderEliminarBesos!
Espero que podáis dar paseos un poco latgos, si la nena lo necesita, lo necesita. En mi caso, como ya conté, los míos de momento no quieren salir. Ta veremos cuando vayan pasando los días.
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