La garrapata: ciclo y tratamiento

Hoy vengo a hablaros de otro parásito externo: uno muy desagradable y muy peligroso a pesar de lo pequeña que es, la garrapata.
Hace relativamente poco, hablamos de la pulga, de su ciclo vital y tratamiento, pues hoy vamos a hacer lo mismo con la garrapata.

La garrapata pertenece a la clase arácnida. Tiene 4 pares de patas, un cuerpo globoso no segmentado, y como las pulgas, se alimentan de sangre, es decir, son hematófagos. Vamos, vampiros para nuestros perros.
Hay dos tipos de garrapatas: las duras o ixódidos; y las blandas o argásidos.
Las que hoy traigo y las más comunes en nuestras mascotas, son las duras.

Son parásitos estacionales, dependen de la temperatura. Necesitan una temperatura  mayor a 7º para poder activarse, puesto que en invierno hibernan, llamándose a eso diapausa. Se inicia su actividad en primavera, teniendo la explosión en verano y empezando a disminuir en otoño. Pero claro, eso depende de donde vivamos. Si lo hacemos en una zona cálida durante todo el año, estará siempre activa.
La podemos encontrar en jardines, bosques, pastos, grietas, suelos, etc… A diferencia de pulgas y piojos, ni saltan, ni corren, ni vuelan. Ellas TREPAN.
Una vez que se activan, trepan por las briznas de hierba, se quedan en la puntita, dispuestas a agarrarse a su hospedador a la primera de cambio. Ellas solo se alimentan de sangre, por lo que aguantan hasta incluso un año sin comer en el exterior.


Las garrapatas de nuestras mascotas mudan 3 veces, es decir que tiene distintas fases evolutivas: huevo, larva, ninfa y adulto. Y para mudar, tienen que bajarse de su hospedador.
Es decir que cuando son larvas, trepan por la brizna, se sientan a esperar a su hospedador y cuando este pasa, se agarran a los pelos y buscan el sitio ideal para alimentarse. Perforan la piel de nuestras mascotas, introducen una pieza bucal dentada que se llama hipostoma y se anclan. Además, las garrapatas duras, segregan un líquido que actúa como cemento, como anticoagulante y como anestésico..
 Es decir, cuando una garrapata sube a un perro, este no siente nada. No se rasca, no le molestan.

Una vez que están anclados empiezan a comer, a succionar sangre.  Cuando ya se ha llenado, las larvas se dejan caer al suelo, y mudan a ninfas. Estas vuelven a subir al perro, a alimentarse, y se vuelven a dejar caer para mudar a adulto. Este vuelve a subir, vuelve a alimentarse y si es hembra, vuelve a dejarse caer para poner los huevos.
En nuestras mascotas, podemos encontrar distintos estadios de garrapatas.



Como ya he dicho anteriormente, la garrapata es uno de los parásitos más graves, y puede ejercer dos tipos de efectos sobre nuestra mascota. Un efecto directo y otro indirecto, ambas igual de peligrosas.

El directo es por la gran infestación. Si tiene una garrapata, el efecto de desangrado no es el mismo que si tiene cientos. Y puedo prometeros que hay más de un perro con cientos de garrapatas en su cuerpo. Es decir, que si está infestado por gran cantidad de garrapatas, mueren desangrados como si le hubiera atacado un vampiro.
Además, también provocan dermatitis y problemas locales por picadura.

El indirecto es por la trasmisión de enfermedades muy graves. Son vectores de efermedades como la Babesiosis, borreliosis, erlichiosis, anaplasmosis… En humana da la enfermedad de Lyme, la fiebre de las montañas rocosas, y también erlichiosis…
  Las garrapatas pueden subirse a los humanos, y provocar enfermedades tan graves como a nuestras mascotas.

Cuando nos encontramos una garrapata sobre nuestras mascotas tenemos que ver si está agarrada o no. Si no está agarrada, podemos retirarla y meterla en un bote de alcohol, quemarla, lo que sea para matarlas. Como son duras, son difíciles de matar, así que aseguraros que están bien muertas.
Si está agarrada, intentad echarle aceite, esperar unos segundos y con unas pinzas, agarrar a la garrapata lo más cerca de la piel del perro, de la cabeza del parásito, para no dejar nada en el interior. Si tiramos sin que se suelte, se quedará el anclaje dentro y puede provocar un absceso o enquistamiento.


Pero lo mejor es controlar y prevenir que se suban a nuestras mascotas.

Vamos a encontrar un 5% de garrapatas en el animal mientras que el 95% nos lo encontraremos en el ambiente. Así que hay que tratar el ambiente a la vez que al animal.

Tratamiento ambiental: fumigación con piretroides cada 15 días o tres semanas, incluso en invierno. Mantener el pasto o el césped muy corto.

Tratamiento sobre el animal: Con pipetas y collares expresamente para eso. Tenemos muchas marcas que funcionan. Preguntad a nuestros veterinarios cuales son los más efectivos.

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